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WhatsApp, mantener las rutinas y pensar que es algo puntual, claves para los mayores que viven solos

El confinamiento por coronavirus puede provocar ansiedad y depresión a la población en general, pero de manera más significativa a personas mayores en hogares unipersonales. ¿Qué hacer? Pensar que es una situación puntual, mantener la paciencia y la comunicación con el exterior a través de herramientas como WhatsApp.

Hacer la compra es una de las pocas actividades permitidas al aire libre, en la imagen, el boulevard donostiarra. (Jon URBE/FOKU)

El confinamiento puede generar sentimientos de angustia, ansiedad, frustración, miedo y soledad, sobre todo, en las personas mayores que viven solas. «La disminución de las actividades y rutinas cotidianas, una baja estimulación sensorial y una disminución del contacto social pueden alterar su estado anímico», advierte la profesora de Estudios de Sicología y Ciencias de la Educación de la UOC Alba Pérez.

«Si la persona que vive sola solía salir y tener contacto social, el aislamiento puede influir negativamente en su estado de ánimo, favoreciendo ciertos estados depresivos», subraya la también experta en Sicología y envejecimiento de la UCO Montserrat Lacalle. «No hay que olvidar –añade– que ser población de riesgo les puede llevar a tener una percepción más negativa de la situación, con un aumento de la sensación de vulnerabilidad y miedo».

Se estima que en el Estado español hay más de dos millones de personas mayores de 65 años que viven solas. De estas, más de 850.000 tienen 80 años o más.

«Poner el pensamiento en el mañana»

Para gestionar el aislamiento y reducir la angustia, Lacalle recomienda a la gente mayor pensar que es una situación puntual que, a pesar de su importancia, pasará. Se trata de procurar mantener la paciencia y ver que es un hecho temporal. «Hay que poner el pensamiento en el mañana. A menudo, cuando la realidad del momento no es agradable, pensar en lo que encontraremos cuando termine nos puede ayudar», señala.

Otra de las claves es mantener la comunicación con el exterior. «Deben evitar encerrarse en sí mismos y procurar un contacto regular con amigos y familiares ya sea por teléfono o videoconferencia», remarca la profesora de Estudios de Sicología y Ciencias de la Educación de la UOC Alba Pérez.

Subraya que una parte importante de la población mayor, casi el 50 % de los mayores de 65 años, ya se conecta a internet desde su casa y en la mayoría de los casos lo hacen a través de su móvil. En un colectivo para el que WhatsApp es la aplicación preferida, es importante que en situaciones excepcionales como esta se acentúe el uso de esa herramienta como canal de sociabilización.

Entrar en contacto con comunidades virtuales

Ambas expertan recomiendan aprovechar este obligado confinamiento para entrar en contacto con comunidades virtuales para compartir intereses: libros, cine, cocina, fotografía, etc. Y también es una oportunidad para aprender a hacer cosas nuevas a través de la red, por ejemplo, apuntarse a algún curso de pintura o de escritura.

Subrayan también la necesidad de planificar las tareas a realizar cada día. «Aunque sean actividades menores, el objetivo es evitar la inactividad que puede desembocar en un bajo estado de ánimo», remarca Lacalle.

Pérez incide también en que se debe seguir una rutina diaria, respetar el horario de levantarse, de irse a dormir, de las comidas. Y las tareas domésticas, agrega, más allá de ayudar a mantener la mente ocupada, son una forma de ejercicio físico: hacen que las personas se muevan por casa y que circule la sangre. Para contribuir a mantener una salud general, Lacalle recomienda, además, pasear diariamente, en la medida de lo posible, por los diferentes espacios de la casa.