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Altuna versus Laso, camino de recuperar la rivalidad de aquellos Aimar/Irujo

El de Amezketa y el de Bizkarreta-Gerendain son los dos pelotaris con más tirón entre el público, los números uno de sus empresas, por juego, los más parecidos al de Goizueta y al de Ibero, tienen la misma diferencia de edad y han puesto fin a la supremacía de los zagueros en el Parejas.

Jokin Altuna y Unai Laso se saludan tras el último partido de Eibar. (Jon URBE/FOKU)

Apenas han pasado cinco meses desde que, en vísperas de su retirada, Aimar Olaizola expresara, en una entrevista para 7K, lo interesante que sería para la mano profesional recuperar aquel pique que mantenía con Juan Martínez de Irujo, que tanto dio a ambos, pero también al desarrollo e interés por este nuestro deporte. Todavía les queda mucho camino por recorrer, pero Jokin Altuna y Unai Laso parecen en disposición de recuperar aquel pique, al menos por el interés que generan sus enfrentamientos, más allá del accidente del domingo –las empresas deberían cuidar mejor de sus mejores activos antes de someterlos a compromisos como el del Astelena-, una rivalidad que volverá a aflorar en la final del Parejas de este año.

Por mucho que Baiko prescindiera de sus servicios en la que puede ser la decisión más desacertada de la historia de este deporte, subsanado el error gracias al apoyo de sus compañeros que se la jugaron con un órdago en forma de huelga sin precedentes, nadie duda hoy en día que el de Bizkarreta-Gerendain es, hoy por hoy, el número 1 de Baiko, condición sobre la que no hay la más mínima duda en Aspe desde hace tiempo y no es esta la única similitud respecto al goizuetarra y el de Amezketa. Aunque en este caso habría que cambiar los colores empresariales, Jokin Altuna puede ser, por características de juego, lo más parecido a Aimar Olaizola, mientras que no son pocos los que ven en Unai Laso, por posturas y personalidad, la reencarnación del de Ibero. Queriendo ahondar en esta teoría, Olaizola II era dos años mayor que Irujo, justo la misma diferencia existente entre los 26 años del guipuzcoano y los 24 del navarro.

Por el momento, en un campeonato que venía marcado en sus últimas ediciones por el dominio de los zagueros pegadores, Jokin Altuna y Unai Laso ya han conseguido cambiar el ritmo de los partidos desde los cuadros alegres, algo que no se había visto desde los mejores años de los navarros nacidos en torno a la década de los 80.

Un último año de máxima emoción

Aunque ya antes del regreso de Unai Laso a profesionales tras su recalificación como amateur ambos habían coincidido en la elite de la mano, ha sido este último año, tras el regreso del de Bizkarreta, cuando se ha fraguado esa rivalidad, basada en la espectacularidad de sus enfrentamientos.

El del domingo ha sido la excepción, además de por ser el único decantado por una diferencia tan holgada, por ser la primera vez que el delantero de Baiko ha podido con Jokin Altuna.

La mecha la prendió la final del cuatro y medio navarro, disputada aún a puerta cerrada, una lástima porque el partido, de 22-20 fue de los más recordados de los últimos tiempos. No obstante, a los rectores de Baiko no les pareció suficiente y decidieron dejar a su mejor pelotari lejos del Master Caixabank que ocupó todo el verano, por lo que hubo que esperar a partidos especiales como el programado en Donostia, en este caso en toda la cancha, para poder volver a verlos en el mismo partido. No parecía agosto la mejor fecha para un partido individual en toda la cancha y las expectativas del último precedente estaban muy altas, pero el amezketarra y el de Bizkarreta volvieron a vaciarse para el deleite de los casi 800 pelotazales que permitían las medidas sanitarias de entonces. El de Baiko volvió a tener a su rival contra las cuerdas, pero el campeón se recuperó para imponerse 22-17.

Y como no hay dos sin tres, Logroño propició la revancha de Iruñea, con el aforo permitido completo y los dos pelotaris volviendo a responder sobre la cancha. Una vez más Laso comenzó mejor pero Jokin Altuna se las ingenió para volver a llegar a 22, repitiéndose el marcador de Donostia.

Y terminado el verano, llegaron los campeonatos oficiales y el amezketarra y Unai Laso volvieron a cruzarse en la final del Cuatro y Medio, otro partido por todo lo alto en el que el guipuzcoano se caló la txapela en un partido interrumpido con empate a 19 en el marcador por el incumplimiento de las medidas de protección sanitaria del público. Laso volvió a tenerlo cerca pero se le escapó el triunfo. 

Y las tres últimas veces que ambos delanteros se han cruzado ha sido en el Parejas y el Astelena. En las dos primeras se impusieron Altuna-Martija, 22-21 en la primera vuelta, triunfo algo más holgado en la segunda, 22-15, y el primer triunfo del de Bizkarreta y Ander Imaz, 22-6, en el atípico duelo que dio el pase a la final a los de Baiko.