Los obreros más famosos de la fotografía cumplen 91 años de vértigo... y uno es vasco
Once obreros haciendo un descanso para comer a 260 metros de altura. La fotografía ‘Lunch atop a Skyscraper’, tan impactante como costumbrista, cumple 91 años, y un magnífico hilo de tuits desde la cuenta Efemèrides d’Arquitectura ha repasado algunas historias ocultas tras esta icónica instantánea.
‘Lunch atop a Skyscraper’, una de las fotografías más famosas de toda la historia, está de aniversario. Este miércoles, 20 de septiembre, se cumplieron 91 años desde que la icónica instantánea fuera tomada en la planta 69 del rascacielos RCA Building de Nueva York, a 260 metros de altura, en aquella época todavía en construcción.
Ara fa 91 anys, #taldiacomahir de 1932 i a la planta 69 del gratacel RCA de Nova York, fou presa una de les fotografies més famoses de la Història: "Lunch atop a Skyscraper", la icònica imatge d'uns obrers dinant asseguts en una jàssera d'acer... a 260 metres d'altura. Fil ️ pic.twitter.com/wFj2auhmB5
— Efemèrides d'Arquitectura (@efemarq) September 21, 2023
Desde la cuenta de X (antiguo Twitter) de Efemèrides d'Arquitectura (@efemarq) se ha recordado esta efeméride con un increíble hilo en el que se explica no solo el trasfondo de ‘Lunch atop a Skyscraper’, sino del espeluznante trabajo de los obreros de la época, y también de los fotógrafos que los retrataron. Aunque su autoría sigue siendo una incógnita.
Según explica, durante el primer tercio del siglo XX era habitual que, cuando se finalizaba la construcción de un rascacielos, los fotógrafos subieran a las partes altas para sacar «fotos publicitarias impactantes». Ese es el caso de Thomas Kelley, quien aparece elegantemente vestido en una imagen de vértigo tomada en el mismo RCA Building, con el Empire State de fondo.
La foto hecha a Kelley fue tomada el mismo día y en el mismo lugar que ‘Lunch atop a Skyscreper’, desde un punto de vista opuesto al de los once obreros. Sin embargo, estos datos son insuficientes para afirmar que Kelley fuera el autor de la histórica imagen, ya se trata de una fotografía anónima, «como el 90% de las que se hacían de este tipo», es decir, «pensadas para ilustrar noticias de prensa».
Y si no se puede asegurar la autoría es porque ese día había otros fotógrafos en el RCA Building, como William Leftwich, que aparece también jugándose el físico con una cámara en las manos, y Charles Clyde Ebbets, cuya familia aportó pruebas de su presencia en aquel momento. Quién tomó la fotografía sigue siendo un misterio.
Pero, volviendo a ‘Lunch atop a Skycraper’, ¿qué hacían esos once obreros comiendo sonrientes a 260 metros? Pues bien, según Efemèrides d’Arquitectura, se trata de una escena preparada, como demuestra una segunda instantánea de los trabajadores saludando a cámara. Eso no significa que aquello fuera una situación extraña para ellos, ya que estaban acostumbrados a «pasearse por las vigas sin arneses ni cuerdas, ni ningún otro tipo de medida de seguridad».
De fet, aquesta gent treballaven passejant-se per les bigues sense arnesos ni cordes ni cap altra mesura de seguretat. Estaven tan acostumats a les altures que seure a dinar en una jàssera tampoc els devia semblar res de l'altre món. Aquest vídeo de 1925 posa els pèls de punta... pic.twitter.com/P4oBFK8duh
— Efemèrides d'Arquitectura (@efemarq) September 21, 2023
Un último dato aporta un interés extra para el público vasco, pues uno de los obreros que aparece en la foto era de origen vizcaino. Concretamente, Natxo Ibargüen, nacido en 1899 y residente en Nueva York desde 1924, que en la imagen ocupa el segundo lugar desde la izquierda.
La asociación Herriko Harresi de Balmeseda confirmó en 2021 que uno de sus vecinos aparecía en la fotografía. En aquella época era habitual que los trabajadores que participaban en la construcción de los rascacielos fueran inmigrantes sin papeles, lo que parece ser el caso de Ibargüen.
Este balmasedarra se exilió en 1919, cuando debería haber sido llamado para participar en la Guerra del Rif. Tras una escala en Argentina, parece ser que durante la década de los años 20 se instaló definitivamente en Nueva York, llegando a aparecer en una de las fotografías más conocidas de la historia. Falleció en la ciudad de los rascacielos en 1957, antes de cumplir los 58 años.
