INFO

Cuando todos nos sentimos un poco debutantes

A lo largo de la historia de la Eurocopa, ha habido debutantes que han pasado desapercibidos, pero otros han dado mucho que hablar. Yugoslavia en 1960, Portugal en 1984, Suecia en 1992 y, más cerca en el tiempo, Gales e Islandia en 2016 han hecho vibrar al mundo. Georgia se estrena en esta edición.

El galés Gareth Bale celebra un gol en la Eurocopa de 2016. (GARETH BALE)

Por debutantes que sean, y por menos nombre que tengan que el resto de favoritas o habituales, nunca hay que descuidar a aquellas selecciones que toman por primera vez parte en una gran competición como es, en este caso, la Eurocopa.

En este torneo que arranca este mismo viernes en Alemania con el partido inaugural entre la anfitriona y Escocia (21.00), de las 24 clasificadas 23 han estado en una Eurocopa antes, pero Georgia, ganadora de los play-offs de la Ruta C, hará su debut en la fase final, siendo la cenicienta del torneo. Ya hablaremos más tendido de ella, pero recordemos ahora otras debutantes que se hicieron oír a lo largo de la historia, y mucho además.

Las primeras cuatro ediciones de la competición las ganaron quienes participaron por primera vez, aunque sus logros fueron relativamente modestos para los estándares modernos, ya que el torneo final contó con solo cuatro equipos. Esos vencedores fueron la Unión Soviética (1960), España (1964), Italia (1968) y Alemania Occidental (1972).

Solo 17 países habían entrado en la clasificación para la primera 'Copa de Naciones Europeas' que, al igual que la posterior edición de 1964, fue una competición eliminatoria directa; de hecho, a los eventuales ganadores, la URSS, se les dio un pase libre hasta los cuartos de final porque España se retiró de la competición, lo que significa que solo les tomó dos partidos (es decir, su eliminatoria de octavos de final) llegar a la fase final en Francia.

Alemania Occidental celebra uno de los goles de Müller en 1972. (UEFA)

Tras el éxito de la Unión Soviética, España e Italia ganaron su primera Eurocopa como anfitriones de una fase final, y luego Alemania Occidental (impulsada por la máquina de goles llamada Gerd Müller) ganó la edición de 1972 tras vencer a la anfitriona Bélgica en las semifinales.

Finalistas por primera vez

Tras superar a Bulgaria y Portugal en dos partidos para llegar a la primera fase final de 1960, Yugoslavia provocó la primera gran sorpresa de la competición cuando eliminó a la anfitriona Francia en semifinales. Su victoria por 5-4 en el Parque de los Príncipes el 6 de julio de 1960 sigue siendo el partido con mayor puntuación en la historia de una fase final de la Eurocopa, y es aún más impresionante teniendo en cuenta que perdían 4-2 después de 62 minutos.

Tuvieron menos suerte en la final. A pesar de adelantarse gracias a Milan Galić, Yugoslavia fue empatada por la URSS y finalmente perdió en la prórroga. Viktor Ponedelnik anotó el gol de la victoria en el minuto 113.

Imagen del partido Yugoslavia-Francia de 1960. (UEFA)

Hasta 1976 inclusive, la fase final constaba de solo cuatro equipos, por lo que el simple hecho de llegar al torneo garantizaba a los equipos un lugar en las semifinales (con la perspectiva de un desempate por el tercer puesto para todos los semifinalistas perdedores).

Portugal también tuvo su hazaña al llegar a las semifinales en 1984 antes de que, años después, la culminase con el título. En la fase de grupos empató con la vigente campeona, Alemania Occidental, y su vecina España, seguido de una victoria por 1-0 contra la recién llegada Rumania. Luego, los hombres de Fernando Cabrita llevaron a una Francia potenciada por Michel Platini a la prórroga en las semifinales antes de perder 3-2 ante los anfitriones en uno de los partidos más celebrados de la historia de la Eurocopa.

También se puede destacar en este apartado a Suecia, que se clasificó como nación anfitriona en 1992, pero demostró su valía al terminar primera de un grupo que incluía a Dinamarca, Francia e Inglaterra antes de perder 3-2 ante Alemania en semifinales.

Gales e Islandia

Sin embargo, las actuales generaciones quizás recuerden mejor la Eurocopa de 2016. En ella no una, sino hasta dos selecciones 'novatas' se hicieron notar en Europa y en el resto del mundo. Gales e Islandia hicieron maravillas.

Los galeses, pupilos del extécnico de la Real Sociedad Chris Coleman e inspirados por Gareth Bale, navegaron la fase de grupos quedando primeros –y dejando segundo a Inglaterra, su enemigo número uno–. Ganaron a Eslovaquia (2-1) y Rusia (0-3) aunque cayeron ante los ingleses (2-1). Después, eliminaron en octavos de final a Irlanda del Norte (1-0) y, lo más sorprendente, a una Bélgica (3-1) en su etapa dorada antes de sucumbir ante el finalmente campeón Portugal en semifinales (2-0).

Fue la máxima alegría futbolística para una nación que vivió durante 58 años del triste recuerdo de la vez que la eliminó un solitario gol de Pelé en los cuartos de final de la Copa del Mundo de Suecia de 1958.

En aquella selección galesa, además de Bale, también destacaron dentro del sólido bloque y vistoso Joe Allen, denominado mejor jugador en la victoria ante Eslovaquia, Aaron Ramsey –MVP ante Rusia– o Hal Robson Kanu –mejor jugador ante Bélgica–. Gareth Bale también recibió el MVP en la victoria ante Irlanda del Norte.

Los jugadores de Gales celebran en el vestuario una nueva hazaña en la Eurocopa de 2016. (Gareth BALE)

Un dentista como seleccionador llamado Heimir Hallgrimsson hizo historia con Islandia. Llevó al combinado nórdico a su primera Eurocopa (2016) y Mundial (2018) antes de dejar su puesto en 2018.

El dentista de la pequeña isla de Heimaey, al sur de Islandia con una población de unos 4.500 habitantes, dejó el listón muy alto con esos dos hitos. Pero si hay que hablar de uno de elos, ese es la Eurocopa de 2016. Llevó al equipo hasta los cuartos de final, donde cayó ante Francia (5-2) después de haber cuajado un gran torneo, venciendo a Inglaterra en octavos (1-2). En la fase de grupos empató con Portugal (1-1) y Hungría (1-1), y ganó a Austria (2-1).

Las celebraciones de toda la plantilla con el público al término de cada partido se hicieron virales en todo el mundo. En aquellos días, todos fuimos un poco islandeses y galeses.

Para comprender lo que significó el camino de Islandia en aquella Eurocopa, no pierdan la oportunidad de leer el libro 'El faro de Dalatangi: Postales islandesas del verano previo a la gesta futbolística' del periodista deportivo Axel Torres.

En la isla, entre paisajes glaciares y remotos estadios de fútbol, tanto Torres como su compañero de viaje Víctor Cervantes buscan reconciliarse con sus vidas. En el camino, un dentista que meses después guiaría a esta pequeña nación con más ovejas que habitantes a una inolvidable gesta futbolística les ayudará en su cometido.

En el camino hacia el título de la Eurocopa 2024 puede pasar de todo. Georgia es la cenicienta de esta edición. ¿Logrará que, al menos por unos días, todos seamos un poco georgianos?