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España-Alemania, por juego y resultados, la final anticipada de esta Eurocopa

Por juego y resultados, España y Alemania son los que mejores sensaciones han dejado en esta Eurocopa. Su enfrentamiento en cuartos (viernes, 18.00) es, por tanto, una final anticipada.

Rodri y Musiala, dos jugadores claves en sus respectivos combinados. (Kenzo TRIBOUILLARD | AFP PHOTO)

Un duelo que llega antes de tiempo. Por la imagen y sensaciones que han dejado hasta el momento, tanto España como Alemanía se merecían estar en la final de la presente Eurocopa, pero eso no va a ser posible.

Uno de los dos quedará apeado del torneo continental, tras un enfrentamiento que concita todas las miradas por el juego desplegado y los resultados cosechados por ambas escuadras.

Y con muchas cuentas pendientes de por medio. La Mannschaft no gana en partido oficial al conjunto hispano desde 1988 cuando Rudi Voller destrozó con un doblete a los entonces dirigidos por Miguel Muñoz.

Demasiado tiempo transcurrido para dos bloques que poseen el mejor palmarés de la competición europea –tres entorchados cada uno–, con el recuerdo fresco todavía para los germanos de la humillación que padecieron en la Liga de Naciones de 2020 al perder por 6-0 en La Cartuja.

Pero es que también por el otro lado hay barreras históricas que superar en el decisivo encuentro de este miércoles en Stuttgart. España nunca ha ganado a una selección anfitriona, un lastre que le ha costado serios disgustos en los torneos internacionales.

A priori, debería ser un envite entretenido, con dos conjuntos peleando por hacerse con el control del esférico e intentando sacar partido a sus respectivas duplas de extremos afilados.

En el primer apartado, el combate entre Rodri y Kross –podría ser su despedida profesional– se presenta como crucial para el devenir del partido. Ambos son faros de sus respectivos equipos y quien se imponga en esa zona del campo podrá decantar el signo del marcador final.

En el segundo, tanto Nico Williams-Lamine Yamal como Musiala-Sané están sobradamente capacitados para, con su desparpajo juvenil, inventarse una jugada que pueda desequilibrar la contienda de manera decisiva.

Cuestión de defensa

No han despertado las mismas impresiones Portugal y Francia, que se medirán en el otro partido (viernes, 21.00) del cuadro más difícil del torneo, con un fútbol bastante más ramplón por parte de sus figuras.

Eso sí, ambos combinados han basado su llegada hasta estos cuartos en su solidez defensiva. Rubén Dias mantiene el nivel del City, por Pepe no parecen pasar los años, pese al grave error que cometió ante Eslovenia, Upamecano está ofreciendo un rendimiento muy superior al visto en el Bayern y Saliba está confirmando su extraordinaria temporada.

También hay revancha en este enfrentamiento. En el horizonte está la final de la Eurocopa de 2016 disputada en el estadio Saint Denis de París, en el que los lusos arrebataron un trofeo que todavía no tienen los bleus, gracias a la contundente irrupción de Éder en la prórroga.

Desde entonces, han vuelto a verse las caras hasta en tres oportunidades. La primera, un empate sin goles en octubre de 2020, una posterior victoria francesa (0-1) apenas un mes después y finalmente en la Eurocopa de 2021, con un 2-2 gracias a los bigoleadores Ronaldo y Benzema.

Cristiano Ronaldo lamenta el penalti fallado ante Eslovenia. (Patricia DE MELO MOREIRA/AFP)

Hasta ahora, el torneo está siendo bastante decepcionante para las estrellas de ambos bloques. Mbappé ha aparecido con cuentagotas, Griezmann no ha aparecido, el protagonismo de Dembele ha sido intrascendente, Cristiano Ronaldo está reñido con el gol, el gran aliado de su carrera deportiva, lo mismo que Bruno Fernandes.

En Francia habrá una baja de calado, la de Rabiot en la medular por acumulación de tarjetas, que podría dejar su hueco a un Camavinga que hasta ahora ha tenido una participación testimonial.

Roberto Martínez, en cambio, dispone de todos sus efectivos para un duelo de tal exigencia, aunque no se prevé que aplique muchas variaciones en su once a tenor de lo que le ocurrió frente a Georgia.

Escasa fiabilidad inglesa

Inglaterra llega a los cuartos en el alambre este sábado a las 18.00. Pese a estar en la parte del cuadro en teoría más asequible, su decepcionante fase de grupos y el que se librase milagrosamente de la eliminación frente a Eslovaquia gracias a una media chilena de Bellingham en el 95 no reafirman sus opciones al título.

Kane y Bellingham celebran el segundo gol de Inglaterra en la prórroga frente a Eslovaquia. (Patricia DE MELO MOREIRA/AFP)

Para mayor inri, su salvador está pendiente de una posible sanción de la UEFA. El jugador del Real Madrid realizó un gesto considerado por el órgano futbolístico como poco apropiado con la «buena conducta» en la celebración de dicha diana.

Ni siquiera que haya ido quemando etapas, pese a dejar pelos en la gatera, les ha librado a los pross de las numerosas críticas con las que se ha cebado la prensa inglesa a cuenta del rendimiento de los pupilos de Gareth Southgate, principal objetivo de dichas censuras.

El técnico de Watford, que ha ido aparcando sus probaturas a medida que ha avanzado el torneo, todavía no ha conseguido dar con la tecla, pese a disponer de un talento descomunal en su vestuario.

Con Suiza sucede justamente todo lo contrario. Sin el favoritismo de su rival, su evolución futbolística de los últimos años y el gran papel que está realizando en esta Eurocopa le hacen ser un bloque temido y respetado.

En la anterior edición dejó en la cuneta a Francia en octavos y solo se marchó a casa desde la tanda de penaltis frente a España. En la presente, Alemania no ha podido con el cuadro helvético y sometió hasta el ridículo a una Italia que es la actual campeona.

Con una zaga comandada por Akanji, un director de orquesta llamado Xhaka, la punta de velocidad de Ndoye y el poderío físico arriba de Embolo, todo ello aderezado por un coro de compañeros más que cualificados, esta Suiza está preparada para llegar más lejos de lo esperado.

Todo ello si no despiertan los tres leones dormidos, que pueden hacer las maletas antes de lo que las apuestas les auguraban, protagonizando una nueva decepción la considerada mejor generación del fútbol inglés.

El resurgir tulipán

Por último, el resurgir tulipán se medirá al insolente optimismo turco en Berlín el sábado a las 21.00. Liderado por el pichichi Cody Gakpo –compartido con Musiala, Mikautadze y Schranz–, Países Bajos renació frente a Rumanía.

El neerlandés Cody Gakpo, con tres goles, colidera la tabla de goleadores junto a Musiala, Mikautadze y Shranz. (Kirill KUDRYAVTSEV/AFP)

El cuadro oranje había navegado hasta entonces por un mar de indefinición que le llevó a pasar como cuarto de su grupo y rozando la catástrofe. Necesitó de una catarsis con intercambio de opiniones gruesas entre plantilla y cuerpo técnico para reaccionar a tiempo.

Ahora, tras su contundente victoria frente al bloque rumano se ven las cosas de otra manera e incluso se confía en alcanzar la final, habida cuenta de que por su lado del cuadro parece haber menor competencia o, al menos, adversarios con un similar nivel competitivo.

Rendimiento de una conjura colectiva que Países Bajos está obligado a no rebajar si no quiere volver a las andadas, ante un contrincante que también tiene la moral por las nubes, pese a no estar tan sobrado frente a Austria.

Y es que el conjunto otomano está basando el éxito en la desmesurada euforia que se vive en su concentración y entorno. Llegados a este punto, no son pocos los integrantes de la plantilla que ya han reconocido abiertamente disponer de muchas posibilidades de levantar el título.

Queda mucho trecho para ello y, de momento, tendrán que lidiar con la propia UEFA, quien ha abierto otra investigación al central Demiral, que podría ser sancionado, por un gesto de apoyo a un movimiento de ultraderecha.

La cuestión incluso ha llegado a niveles diplomáticos, con citaciones mutuas de los gobiernos alemán y turco a los respectivos embajadores de ambos estados, y acusaciones de racismo y xenofobia.

Caso de que el central del Al Ahli suadí sea castigado con algún partido, sería una considerable ausencia para el técnico Vincenzo Montella, pues el defensa fue una pieza básica para contrarrestar los embates austriacos en los momentos de mayor agobio.