Saski Baskonia busca evitar que el cierre de la campaña sea en casa con el Real Madrid

No te rindas por favor no cedas,
aunque el frío queme,
aunque el miedo muerda,
aunque el sol se ponga y se calle el viento,
aún hay fuego en tu alma,
aún hay vida en tus sueños,
porque cada día es un comienzo,
porque esta es la hora y el mejor momento,
porque no estás sola,
porque yo te quiero.

Mario Benedetti (No te rindas)

Llegarán de noche, dispuestos a quitarte lo que más aprecias. Llegarán de noche, dirán que para poner fin a tus sufrimientos, aunque en realidad lo que quieren es robarte tus ilusiones, tu corazón, tu alma, todo aquello que te hace único. Llegarán de noche, con la soberbia de quien se cree intocable y porque conocen lo mucho que has sufrido para llegar hasta aquí. Llegarán de noche para poner fin a tus esperanzas, y encima quieren hacerlo delante de tu gente. No te rindas. No cedas. Por grande que sea la tentación de cerrar los ojos y abrirle la puerta a la fatalidad. Mientras hay vida hay esperanza y hay demasiada gente que te quiere, quien cree en ti y lo espera todo de ti. Y por más que lleguen de noche, porque tú y yo sabemos que tras la noche más oscura, el sol reluce con más fuerza y porque aún nos queda mucho por vivir. Juntos.

Con más o menos prosopopeya, pero lo cierto es que Saski Baskonia está a una derrota de que la temporada 2024/25 pase al cubo de la basura de los horrores, mientras que un posible pase a semifinales que pudiera empezar a arreglar la temporada está a dos victorias. «Las cuentas están claras. O ganamos o nos vamos a casa», ha declarado Pablo Laso este jueves, sabedor de que el duelo de este viernes en el Buesa Arena a partir de las 21.15 puede echar carpetazo a una campaña decepcionante como poco o abrir una rendija a algo más esperanzador en caso de que se le consiga ganar al Real Madrid.

«Hemos jugado cinco veces contra ellos esta temporada y aunque hemos perdido cuatro, diría que hemos tenido opciones de victoria en casi todas ellas. Pero también digo que aunque hemos tenido nuestras opciones, nos han ganado cuatro partidos en línea». El técnico de San Viator ha hecho su habitual ejercicio de leer los análisis del derecho y del revés para llegar al mismo punto de no retorno: o se gana al conjunto blanco o se acabó lo que se daba.

Ciertamente, el 82-76 del primer partido ha de abrir una brecha a la aparente fatalidad. El mal día en el tiro de tres, las 18 pérdidas y el parcial de 18-1 entre el final del tercer cuarto y el arranque del último fueron golpes muy dolorosos porque mandaron al traste un partido al menos competente de los pupilos de Pablo Laso, que compensaron con su labor defensiva sus lagunas en ataque.

Y es que ya se sabe que el Real Madrid suma ya 23 victorias seguidas en la competición doméstica, pero la sensación que dejó el martes no fue para nada sólida. Cierto que entre Campazzo, Tavares y Andrés Feliz consiguieron evitar la victoria baskonista, pero durante mucho tiempo el juego madridista pecó de ansioso, incapaz de voltear una renta del Baskonia que nunca superó los siete puntos. Un señor jugador como Dzanan Musa notó sus días de baja por lesión y se llegó a ver una airada discusión con el juego en marcha entre Alberto Abalde y Mario Hezonja, con el alero gallego cantándole las 40 al croata.

Asimismo, a pesar de la sorda labor de zapa del trío arbitral barriendo para casa en la primera mitad –un tiempo en el que los colegiados asaron a personales al Baskonia y regalaron un sinfín de tiros libres al bando merengue–, los baskonistas fueron encontrando en Markus Howard, Tim Luwawu-Cabarrot y un sorprendente Samanic –a pesar de que Pablo Laso solo le dio diez minutos de juego– armas con las cuales hacer daño a un rival que, a la hora de la verdad, no demostró tener recursos de sobra.

Todo ello debiera servir para afrontar el duelo de este viernes no como una despedida, sino como una defensa clara de las posibilidades de alargar la serie, que haberlas haylas.

«Es un match ball. No hay más. Nos hemos enfrentado ya cinco veces, pero será un partido nuevo, diferente, y tenemos que ser constantes», ha explicado un Pablo Laso que no ha querido perder el tiempo en disquisiciones sobre el arbitraje ni en teoría sobre cómo frenar a Water Tavares.

«Solo espero que nos piten igual a todos. Pero en realidad no pienso mucho en los colegiados porque siempre espero que lo van a hacer lo mejor posible. Y con Tavares igual. Si quiero parar a Tavares, lo paramos, pero hay otros cuatro jugadores», ha resumido.

Partido 201

Este encuentro será el número 201 para Markus Howard y Sander Raieste, después de que el martes llegaran al doble centenario.

Howard, que llegó a Gasteiz en el verano de 2022, precisó un cuarto del partido inaugural de la ACB de aquella campaña, ante el Unicaja de Ibon Navarro, en convertirse en uno de los grandes referentes ofensivos del equipo y en uno de los anotadores más letales de Europa. En estas tres temporadas ha disputados 96 partidos de Liga ACB –incluyendo uno de Copa– y 104 en la Euroliga.

Por su parte, Sander Raieste continúa escribiendo su historia de fidelidad y compromiso con el club gasteiztarra. El alero estonio, formado en la estructura baskonista desde 2016, debutó oficialmente con el primer equipo el 20 de septiembre de 2020 en el Buesa Arena frente a Valencia Basket. Desde entonces ha disputado 116 encuentro en la competición doméstica y 83 en la competición continental. En su último partido pudo darse el gustazo de anotar la primera canasta del encuentro, un matazo por encima de Tavares y Ndiaye, con tiro libre adicional.

Una doble cifra redonda para los dos jugadores que en ambas competiciones siempre han defendido los colores de la entidad alavesa.