El papel de Servinabar aparece al fin y crea dudas sobre el señalamiento de la UCO a Cerdán
Una semana después de que se filtrara a los medios, ni siquiera el juez tenía el papel en que Santos Cerdán habría comprado acciones de Servinabar. La UCO se lo ha llevado este martes. No es un documento notarial y la operación sería muy pequeña: 6.000 euros. Cerdán declara el lunes.
La principal acusación concreta al exsecretario de Organización del PSOE Santos Cerdán en el marco del «caso Koldo» es hasta la fecha la supuesta compra de acciones de la empresa Servinabar en 2016, puesto que posteriormente ha sido adjudicataria de obras públicas por valor de unos 75 millones. Ambas partes, Cerdán y Servinabar, han negado tal compra, pero la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil la aseguraba a través de un papel –cuatro folios– hallado en un registro. Entre medio, el juez instructor del caso denegó la petición de la defensa de Cerdán para que le entregara el documento y pudiera cotejarlo. Pues bien, ahora ha resultado que Leopoldo Puente ni siquiera tenía el papel: la UCO se lo ha entregado este martes. En un primer análisis, la defensa de Cerdán ha declarado que no tiene ningún valor probatorio.
La reveladora secuencia: Antes en los medios que en el juzgado
Comenzando por ese aspecto aparentemente más formal, la secuencia de los hechos llama la atención. Fue el 18 de junio cuando aparecieron titulares como ‘La UCO descubre que Cerdán posee el 45% de la empresa que recibió contratos millonarios del Gobierno navarro de Chivite’ (‘El País’), en el marco del informe presentado por la Guardia Civil. A partir de ahí otros como ‘El Mundo’ han pasado a referirse a Servinabar directamente como «la empresa de Cerdán».
Dos días después, en el auto en que ordenó la entrada en la sede del PSOE para clonar el correo de Cerdán, el juez del Supremo Leopoldo Puente rechazó la petición de la defensa de entregarle el papel de Servinabar para poder contrastarlo con un notario, usando una argumentación algo extraña: «Mal podría cotejarse notarialmente un documento privado». La realidad era más sencilla, porque simplemente Puente ni tenía los cuatro folios aún, solo la UCO (y quizás algunos medios).
Un documento privado, no notarial
Como refiere ahí el instructor y se constata ahora con la entrega del papel por la UCO, la supuesta compra de las acciones de Servinabar por parte de Cerdán aparece en un mero documento privado, de modo que no está probado hasta la fecha que se llegara a materializar en la práctica. No tiene sello notarial, sino únicamente de la empresa. Así las cosas, varios medios han pasado ahora a retitular sus informaciones: ya no es «la empresa de Cerdán», sino «la empresa que habría adquirido Cerdán». Un último dato llamativo este jueves, revelado por ‘Infolibre’: en el sello de la empresa figura un Número de Identificación Fiscal que no coincide con el real (cambia una de las cifras).
La defensa del exdirigente navarro del PSOE ha afirmado este martes noche que «no es una escritura [de compra], sino un mero contrato privado que no se llegó a elevar a público y que por lo tanto no tuvo ni ha tenido efecto jurídico alguno. En definitiva, se confirma lo que ya comunicó Servinabar hace unos días a los medios de comunicación: Santos Cerdán nunca formó parte de esta empresa ni ha cobrado nunca cantidad alguna derivada de la actividad de Servinabar».
La cantidad y el momento
A otros medios lo que les ha extrañado de lo conocido el martes es el escaso coste del 45% de las acciones de una empresa a la que la UCO otorga tal dimensión en la trama. Y es que en caso de haberse ejecutado tal compra, a Cerdán le hubieran costado solo 6.000 euros las 1.300 participaciones de Servinabar.
El momento en que el propietario único de Servinabar, Joseba Antxon Alonso Egurrola, firma este documento privado junto a Cerdán es junio de 2016. Entonces Servinabar era una pequeña empresa de servicios con actividad mínima. Luego fue ganando peso y obteniendo adjudicaciones hasta confluir en UTE con dos grandes constructoras (la española Acciona y la navarra Osés) en una adjudicación en los túneles de Belate en enero de 2024. La defensa de Cerdán ha apuntado este martes noche que en aquel tiempo «el objeto social de Servinabar no era el mismo que el que tiene en la actualidad» (en otras palabras, no era una constructora).
En 2016 Cerdán ejercía como parlamentario corriente en Nafarroa, sin responsabilidades como la portavocía que había ostentado en la legislatura anterior, la última de Yolanda Barcina como presidenta (2011-15). Pasaría a tener un papel muy importante junto a Pedro Sánchez posteriormente, en 2017, ya que el hoy presidente estatal recurrió a su apoyo para las primarias, y de ahí acabó ascendiendo hasta la secretaría de Organización del PSOE.
Cerdán declara el lunes y quiere hacerlo en público
Otra duda sobre el alcance de la acusación: en caso de que Cerdán efectivamente hubiera comprado acciones de Servinabar (y logrado ocultarlas en las declaraciones de bienes a las que se sometió por ejemplo como diputado desde 2019), ¿hubo un momento en que traspasó esas acciones, antes de que Servinabar empezara a recibir adjudicaciones públicas potentes? Nadie aclara este aspecto hasta ahora, aunque algunos medios aparentemente con acceso a la UCO conjugan en pasado la afirmación de que Cerdán fue propietario de la empresa.
Quien mejor podrá hacerlo ante el juez del Supremo será el exdirigente navarro del PSOE el próximo lunes. La defensa ha anticipado que dará ahí todos los detalles, por lo que queda patente que no va a secundar la línea de Koldo García de no declarar sino la de José Luis Ábalos de afrontar las preguntas y negar las acusaciones. La defensa de Cerdán ha pedido al juez Puente que haga pública la declaración porque no tiene nada que ocultar.