La industria de la CAV puede dejar de vender 700 millones de euros por los aranceles de Trump

En un escenario volátil, el Gobierno de Lakua estima que el impacto de los aranceles impuestos por Donald Trump a los productos de la UE puede suponer que la industria de la CAV pierda en torno a 700 millones de euros en ventas al año. Siderurgia, fabricación avanzada y automoción, al igual que el vitivinícola, son los sectores más afectados y, por ello, se van a poner en marcha mesas específicas para analizar, debatir y coordinar la respuesta público-privada.

En rueda de prensa ofrecida este jueves en Bilbo, el consejero de Industria, Transición Energética y Sostenibilidad, Mikel Jauregi, ha informado de que el próximo lunes, 15 de septiembre, se reunirá en el parque tecnológico de Miñano la mesa sectorial de la siderurgia, a la que seguirán los días 22 y 29 las de automoción y máquina-herramienta de la capital vizcaina.

Valora que esos foros en los que estarán responsables de los departamentos de Industria y de Hacienda, representantes de las tres diputaciones, clústeres afectados, cámaras de comercio, asociaciones empresariales y compañías tractoras permitirán diseñar ayudas «hechas a medida para aquellos campos industiales que más lo necesitan».

A la espera de la «fotofinish» que se derive de los acuerdos arancelarios pendientes y de las nuevas decisiones que pueda adoptar el Gabinete de Trump, el Ejecutivo de Lakua considera que el nuevo escenario podría suponer una caída de alrededor del 0,33% del PIB de la CAV, con un sobrecoste para las exportaciones vascas a EEUU cercano a los 349 millones de euros y una pérdida de 700 millones en ventas anuales.

Las exportaciones a EEUU en 2024 ascendieron a 1.991 millones de euros y se concentraron en productos de alto valor añadido. El Gobierno considera que las de bajo valor se vuelven «prácticamente inviables» desde el punto de vista de mercado, con unos aranceles del 15%, que se elevan al 50% en el caso del acero y aluminio.

El consejero ha indicado que la bajada de facturación en los productos afectados puede oscilar entre el 22 y 27%, dependiendo de la flexibilidad del mercado para recolocar la producción. Además, Jauregi ha advertido que muchas empresas exportan sus productos a Alemania, Estado francés o Italia, donde son transformados y posteriormente enviados a EEUU. «Un arancel del 15% en destino generará un impacto indirecto en toda la cadena de suministro, tensionando la producción global», alertan.

La siderurgia, la más golpeada

El siderúrgico es el sector más golpeado por la política arancelaria de Trump, dada su elevada exposición al comercio internacional y su relevancia en la estructura exportadora de la CAV. La facturación a EEUU es de 261 millones de euros, un 13% del total.

Jauregi ha señalado que la Comisión Europea negocia un posible sistema de cuotas (TRQ), por lo que no hay ninguna certeza, lo que condiciona el acceso estable al mercado norteamericano. Ha incidido en que la imposición de un arancel del 50% al amparo de la Sección 232 coloca a las empresas vascas en un escenario de pérdida de competitividad. «Estamos sufriendo», ha admitido el consejero.

Para el Departamento, «dada la posición del sector como actividad tractora de la industria manufacturera vasca y su efecto arrastre en ámbitos tecnológicos y de servicios avanzados, resulta necesario anticipar impactos y articular estrategias de mitigación coordinadas desde esta mesa sectorial».

Otro sector clave es el de la fabricación avanzada, con 272 millones de euros de exportación, un 15% del total. En este caso, muchos de los productos afrontan un doble arancel, el general del 15% más otro del 50% al verse afectados por la Sección 232.

Mikel Jauregi ha explicado que la posición de la UE en este ámbito es similar o incluso más favorable que la de otros competidores, y la baja presencia de industria local en EEUU limita las alternativas de suministro interno, «lo que refuerza el interés estratégico de este mercado».

Ha apuntado a que el arancel impuesto es más bajo que el atribuido a otros competidores, aunque se mantienen expectantes ante las negociaciones que EEUU mantiene con China, para ver el calibre de la pérdida de competitividad.

Pendientes de México

Respecto a la automoción, aunque las ventas directas suponen solo el 3%, desde el Departamento alertan de que presenta una «elevada exposición indirecta» por su integración en las cadenas de suministro del Estado francés y Alemania, principales exportadores europeos de vehículos a EEUU.

El consejero ha comentado también que están pendientes del acuerdo arancelario entre México y EEUU, dada la implantación que tienen las empresas vascas en ese país con gran número de plantas.

Ha destacado la situación de «debilidad» que atraviesa en la actualidad la automoción en Europa –marcada por la transición hacia el vehículo eléctrico, la presión regulatoria y la desaceleración de la demanda–, que incrementa la «vulnerabilidad» del sector en la CAV ante los cambios en las condiciones de acceso al mercado estadounidense.