Las favoritas hacen pleno en cuartos, aunque Irlanda tuvo a Francia contra las cuerdas

Irlanda y Francia protagonizaron el duelo más apretado en los cuartos de final de Mundial femenino de rugby, en un duelo marcado por el viento que azotó Sandy Park, el campo de Exeter.

Las de verde aprovecharon su impulso a favor durante la primera parte para meter a sus rivales en su mitad del campo. Los ensayos de Djougang y Flood, junto a un golpe de O'Brien, pusieron a Irlanda camino de las segundas semifinales de su historia, después de las de 2014. La renta al descanso (0-13) pudo ser mayor si la defensa francesa no se hubiera empleado a fondo en los últimos minutos para aguantar más de treinta fases en inferioridad.

Las tornas, marcadas por las circunstancias climatológicas, cambiaron en la reanudación. Los ensayos de Escudero y Grisez, junto a las patadas de Bourgeois, voltearon el marcado hasta el 18-13. Irlanda tuvo un último balón para forzar al menos la prórroga, con una más sobre el campo por la amarilla a Chambon, pero las de azul volvieron a exhibir su fortaleza defensiva para evitar la sorpresa.

En semifinales se verán las caras con las anfitrionas y grandes favoritas, Inglaterra, aunque posiblemente no podrán contar con su tercera línea Axelle Berthoumieu, citada por la comisión disciplinaria por haber mordido en el brazo a una jugadora irlandesa.

La Red Roses no pasaron apuros para doblegar a Escocia, aunque las del cardo se adelantaron 0-3. Pero el rodillo inglés puso velocidad de crucero y los ensayos fueron cayendo uno detrás de otro, hasta el 40-8 definitivo que les asegura estar, como siempre, entre las cuatro mejores.

Viernes y sábado

El partido entra Inglaterra y Francia se disputará el sábado a las 16.30. La víspera, el viernes a partir de las 20.00, será el turno de Nueva Zelanda y Canadá.

Las Black Ferns tuvieron más problemas de los esperados para imponerse a la emergente Sudáfrica, y se llegó al descanso con un sorprendente empate a diez. La reprimenda en el vestuario debió ser importante, porque en siete minutos las de negro posaron tres ensayos que encarrilaban el pase a la siguiente ronda. Al final, contundente 46-17.

Las que no dieron ninguna opción a sus rivales fueron las canadienses, que para cuando se cumplió el primer cuarto de partido ya dominaban 24-5 a Australia, que será la anfitriona en la cita mundialista de 2029. Al final del partido las de la hoja de arce, que ya fueron finalistas en 2014, firmaron un rotundo 46-5.