Raji Sourani, abogado palestino defensor de derechos humanos: «Queremos justicia y dignidad»
Raji Sourani, abogado palestino defensor de derechos humanos, aboga por una solución justa pero antes demanda que cese el genocidio en Gaza y que Israel dé cuenta ante la Corte Penal Internacional de los crímenes que lleva décadas cometiendo con el amparo de la UE y EEUU.
Para leer este artículo
regístrate gratis o suscríbete
¿Ya estás registrado o suscrito? Iniciar sesión
Se te han agotado los clicks
El jurista gazatí Raji Sourani, que es parte del equipo legal de Sudáfrica que ha llevado a Israel al Tribunal Internacional de Justicia, ha expuesto este martes en una jornada organizada por Euskal Herriko Unibertsitatea (EHU) en Bilbo cuál es la situación a la que se enfrenta el pueblo palestino y su determinación de alcanzar una solución justa. «Queremos justicia y dignidad, y la tendremos», ha dicho este abogado que fundó en 1995 el Centro Palestino por los Derechos Humanos.
Sourani lleva décadas luchando por que se respeten los derechos humanos del pueblo palestino. Ese empeño le ha puesto desde hace tiempo en el punto de mira del Estado sionista. El 22 de octubre de 2023, él y su familia sobrevivieron a los bombardeos israelíes después de que su casa fuera destruida.
Su testimonio en la jornada que se desarrolla en el Bizkaia Aretoa bajo el título ‘Palestina. Plante al genocidio y al militarismo’ ha estremecido a las personas participantes, como lo ha hecho el de Raquel Martí, directora ejecutiva de UNRWA en el Estado español, relatando la situación humanitaria en Gaza, la persecución que sufre la agencia y el «alarmante» panorama que se atisba en Cisjordania.
Sin duda, la intervención de Sourani ha sido la que más ha impactado, especialmente cuando ha incidido en la determinación de luchar por la defensa de los derechos humanos frente a la «arrogancia» israelí amparada por los gobiernos europeos y de Estados Unidos. «A los ojos de Israel no existimos», ha dejado claro, añadiendo con ironía que «el problema» para ese «régimen colonialista» y que práctica el apartheid «es nuestra propia existencia».
A este respecto, ha recordado cómo hace cinco años Israel aprobó su derecho a existir «desde el río hasta el mar», por lo que de un plumazo hizo desaparecer a Palestina. «Tienen derecho a la autodeterminación, nosotros no», ha apostillado. Preguntado sobre la posibilidad de la coexistencia de dos Estados, ha señalado que lo aceptarían, aunque no cree que los sionistas lo hagan.
«Somos las piedras en el valle, llevamos allí desde siempre y seguiremos estando allí siempre y ningún poder del mundo nos va a sacar de ahí, ni israelíes, ni americanos o europeos», ha sentenciado.
«No deberíamos relajarnos»
Del plan de Donald Trump ha comentado que todo se centra en la liberación de los rehenes y la recuperación de los cadáveres, y que teme que, a continuación, los sionistas les expulsen hacia Egipto y Jordanía. «No deberíamos relajarnos. La lucha ha de seguir», ha dicho, muy consciente de que Netanyahu no tiene nadie enfrente que le cuestione. «Son gente malvada», ha advertido.
«Si un plan de paz no menciona el final del genocidio o el Derecho internacional y los derechos humanos, ¿cómo podemos esperar que funcione?», se ha preguntado. Si no se frena ya, «habremos desaparecido, no habrá gazatíes», ha manifestado.
Ha definido como «limpieza étnica» lo que Israel está practicando en Gaza y Cisjordania. «Quiero un alto el fuego, parar el genocidio, porque si esto continúa va a ser un verdadero desastre. Habremos desaparecido», ha lamentado.
«Gaza va camino de ser el cementerio del Derecho internacional, del Derecho humanitario y de la dignidad del ser humano. No podemos permitir que eso pase», ha pedido.
«No somos superhéroes y necesitamos ese alto el fuego tras dos años de genocidio continuado con las armas de más alta tecnología, por tierra mar y aire; es demasiado», ha reclamado, en otro momento.
«Para hablar de la paz, primero hay que reconocer que hay una ocupación criminal que debería terminar»; en segundo lugar, la definición del territorio palestino según el acuerdo de Oslo y no «la limitación del 23% de su territorio» como pretende ese plan que apoyaron 159 Estados en Nueva York.
Ha alertado de que mientras se habla del plan, a diario, mueren entre 80 y 120 personas. «Estamos cansados de contar muertos. Hay 2,5 millones de personas desplazadas y han muertos 23.000 niños. A quién le importa», ha dicho. «Es una auténtica vergüenza. 68.000 palestinos han sido asesinados», ha subrayado, añadiendo que hay decenas de miles de cadáveres bajo los escombros «o comidos por los perros». No se ha olvidado de los 20.000 desaparecidos de los que tienen constancia, sin descartar que ese número sea mayor.
Este abogado y activista por los derechos humanos, como se ha definido, ha arrancado su exposición incidiendo en que el bloqueo que Gaza ha padecido durante 17 largos años la ha ahogado económica y socialmente, con un 65% de paro y el 85% de su población –en un 78% refugiada– dependiente de los planes de la UNRWA.
«¿Nosotros no tenemos ningún derecho como árabes?»
Lo sucedido el 7 de octubre de 2023, con el ataque de Hamas, no es sino un hito dentro de la «estrategia criminal» desarrollada por Israel en los territorios ocupados, donde no hay espacio para el Derecho internacional y los derechos humanos. «La situación es terrible, horrorosa», ha enfatizado.
«Hamas cometió un acto malvado atacando a Israel. La Unión Europea estuvo de su lado y reconoció su derecho a la autodefensa, pero los crímenes de guerra poco tienen que ver con ese derecho. «¿Nosotros no tenemos ningún derecho como árabes?», ha preguntado.
«No sé cómo la gente puede seguir viviendo en Gaza», ha manifestado. «No queremos ser meros refugiados», ha apostillado en otro momento de su alocución. Ha alabado, por cierto, a la agencia creada tras la Nakba de 1948, que ha sido el «Gobierno de facto» en Gaza.
De la estrategia israelí no tiene dudas, se trata de convertir a la Franja en un espacio «inhabitable». De Cisjordania, ha destacado que no hay Hamas, ni resistencia, pero se está aplicando una política deliberada de desocupación y desconexión entre territorios, donde juegan su papel los sistemáticos controles, al tiempo que a diario se confiscan tierras y los asentamientos «crecen en horizontal y vertical». «Todos los días se asesina a mujeres, niños, jóvenes... No puede haber normalidad», ha denunciado.
«Estamos sujetos a la política criminal de Israel», ha subrayado. De todos los hechos que tienen conocimiento de la vulneración de derechos básicos, los tienen documentados, aunque se ha quejado de la actitud que mantuvo durante años el Tribunal Internacional de Justicia.
Sourani ha recordado que desde 2008 habían tratado de ser escuchados, sin que nadie les hiciese caso. Ha ido relatando distintas gestiones ante el fiscal de la Corte Penal Internacional, Karim Khan, que no llegaron a buen puerto. Tras el 7 de octubre, este abogado gazatí le imploró que actuara con rapidez. Finalmente, recurrieron a Sudáfrica, que estaba dispuesta y que presentó el 11 de enero de 2024 en la Corte Internacional de Justicia la demanda «con el peso humano, político y ético». «El 11 de enero de 2024 se hizo historia y nos sentimos orgullosos», ha remarcado.
Eso sí, ha lamentado que los mandatos de la Corte para que se permitiera la entrada de ayuda humanitaria y que se frenara el genocidio no han resultado efectivos. «Tras dos años de genocidio ninguno de los mandatos se ha implementado. Es una vergüenza», ha admitido.
Raji Sourani ha insistido en la gravedad de lo que está sucediendo en Gaza respecto a lo que aconteció durante la Segunda Guerra Mundial. «Estamos viviendo en streaming un genocidio sin que nadie actúe», ha denunciado. «Nadie puede decir que no lo sabía. Israel continúa con los crímenes de guerra tiene derecho a la autodefensa. Es kafkiano», ha criticado. De nuevo, con amarga ironía, este abogado ha señalado que «Israel quiere que seamos buenas víctimas y no estamos dispuestos».
«Estamos viviendo en streaming un genocidio sin que nadie actúe»
Dirigiéndose a la comunidad internacional, ha pedido «que adopte una postura conjunta y comprometida» en contra del genocidio y ha valorado las «enormes manifestaciones» en muchos países y la actuación de la Flotilla humanitaria que ha confiado permitan cambiar las posturas de sus gobiernos.
«España lo está haciendo fantásticamente y también Irlanda, Noruega, Luxemburgo y Bélgica, y esperamos que más lleguen a hacerlo. Ya existe la grieta en el muro y queremos agrandarlo para que gane la justicia y a la dignidad del ser humano», ha demandado.
Sourani mantiene, ha dicho, «un optimismo estratégico» en que ese apoyo contribuya a parar la guerra y el genocidio de su pueblo, ha expresado entre lágrimas.