NAIZ
WASHINGTON

Trump alivia la presión sobre Israel con el plan de rendición de Gaza

Donald Trump dio un ultimátum a Hamas para aceptar su plan para Gaza, carente de garantías y lleno de trampas para el pueblo palestino, pero con un efecto desmovilizador de la presión internacional que estaba aislando a Israel. 

Multitud de palstinos, en uno de los puntos-trampa estadounidenses de distribución de alimentos en Nuseirat.
Multitud de palstinos, en uno de los puntos-trampa estadounidenses de distribución de alimentos en Nuseirat. (Eyad BABA | AFP)

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dio a Hamas «tres o cuatro días» para responder a la propuesta para Gaza que presentó el lunes y que cuenta con el respaldo del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu. «Hamas lo hará o no lo hará, y si no lo hace, será un final triste», declaró el mandatario estadounidense. Quiso añadir presión al afirmar que «los países árabes lo han aceptado, los países musulmanes lo han aceptado e Israel lo ha aceptado».

Trump ya advirtió el lunes de que si Hamas rechazaba la propuesta, EEUU dará su «total apoyo» a Israel para que continúe el genocidio en la Franja de Gaza, el mismo respaldo que ha ofrecido en los últimos dos años.

El plan de 20 puntos incluye un alto el fuego inmediato y la liberación de todos los prisioneros israelíes en un plazo de 72 horas a cambio de presos palestinos.

Como contrapartida a parar las matanzas y permitir la entrada de ayuda, Israel mantiene el control militar de la Franja -de todos sus accesos-, ya que la retirada de las tropas por fases no llega a ser completa y es lo suficientemente dilatada para que el Ejército israelí pueda en realidad ocupar Gaza indefinidamente.

El precedente de Líbano, donde Israel incumple deliberadamente hace un año la retirada a la que le obliga el alto el fuego, es el ejemplo más cercano de cómo Israel aborda estos pactos.

El plan también contempla un Gobierno para Gaza sin la participación de palestinos, tutelado por una junta colonial presidida por el propio Trump y con la presencia del ex primer ministro británico Tony Blair, un icono de la invasión ilegal de Irak o del desastre de la mediación del Cuarteto para Oriente Medio que plantea sombrías perspectivas.

Aunque abre la puerta a la posibilidad de negociar la creación de un Estado palestino, ni lo concreta ni ofrece garantías suficientes toda vez que excluye a todas las facciones palestinas.

Además, Netanyahu ya ha negado haber acordado con Trump la posibilidad de un Estado a pesar de que está escrito en el texto. En un vídeo dirigido a los israelíes para explicar su apoyo al plan, Netanyahu dejó ayer claro que nunca va a aceptar un Estado palestino, y se jactó de que Hamas se verá obligado a liberar a todos los prisioneros mientras el Ejército israelí permanece en la mayor parte de Gaza, dando por hecho que incumplirá cualquier pacto.

DESMOVILIZA LA PRESIÓN SOBRE ISRAEL

Pero, además, Netanyahu subrayó un punto crucial que ya ha conseguido el plan: frenar el aislamiento diplomático y cambiar la creciente presión sobre Israel para que pare el genocidio por la presión sobre los palestinos para que acepten cualquier cosa.

«Ahora, el mundo entero, incluyendo el mundo árabe, está presionando a Hamas para que acepte los términos del acuerdo», se felicitó Netanyahu. Si no lo acepta, «Trump nos ha dado poderes totales para entrar y poder terminar la misión», añadió.

El efecto desmovilizador de la presión sobre Israel quedó patente en las primeras horas. Voces que han tardado meses en denunciar el genocidio acogían rápidamente la propuesta de la Casa Blanca.

El secretario general de la ONU, António Guterres, aplaudió el plan y consideró «crucial» que todas las partes se comprometan a un acuerdo y a su aplicación, subrayando «el rol de los países árabes y musulmanes» en el futuro.

En Europa, la respuesta fue mayoritariamente positiva, desde el Ejecutivo español al canciller alemán, Friedrich Merz, pasando por el ministro británico, Keir Starmer; el presidente francés, Emmanuel Macron, y el Gobierno italiano, que aprovechó para pedir a la Global Sumud Flotilla que interrumpa su navegación hacia Gaza y acate alguna de las «soluciones alternativas» propuestas».

Varios países árabes e islámicos aceptaron también el plan. Atrás han quedado las fuertes palabras de solidaridad con Palestina y de condena a Israel.

El primer ministro de Qatar, Mohamed bin Abdulrahmán al-Thani, matizó que algunos de los puntos del plan necesitan «aclaración» y «negociación». Y la Autoridad Palestina volvió a la sumisión habitual al reconocer «los sinceros y decididos esfuerzos» de Trump para «alcanzar la paz, la seguridad y la estabilidad para los pueblos de la región».

Los ministros de Exteriores de siete países árabes e islámicos llegaron a publicar un comunicado para agradecer los «esfuerzos sinceros» de Trump y acoger su propuesta, y el Consejo de Cooperación del Golfo también elogió la iniciativa. China, India y Japón se sumaron a los aplausos.

 

ENCRUCIJADA PARA HAMAS

De esta forma, Hamas, bajo una intensa presión, inició ayer una serie de consultas con su liderazgo político y militar sobre el plan, así como con otras facciones palestinas. Su intención es dar una «respuesta nacional», algo que podría tardar varios días. Sus negociadores y una delegación de Turquía se reunieron ya ayer en Doha para estudiarla.

«Si Hamas rechaza el plan, el mundo lo percibirá como una obstrucción y un menoscabo de la paz internacional», comentó el analista palestino Iyad al-Qarra. «Pero si Hamas acepta el plan en su forma actual, equivaldrá a legitimar la destrucción y eliminación de la resistencia», advirtió.

El desarme, ceder el Gobierno de Gaza e, incluso, la posibilidad de que sus líderes abandonen la Franja son cuestiones que la resistencia islámica está dispuesta a aceptar, pero solo si van ligadas a un final real de la agresión israelí y a una solución definitiva, algo ausente en el plan de Donald Trump.



«Una zona inhabitable para que se vayan»

Israel mató ayer en Gaza a al menos 45 personas antes del anochecer, incluidos una madre y seis de sus hijos que habían huido de Ciudad de Gaza a Deir el Balah, donde la vivienda en la que se refugiaban fue bombardeada. Otra docena de personas, entre ellas un niño, murió por disparos de soldados cerca de un punto de reparto de alimento estadounidense en Wadi Gaza, uno de los centros que la coordinadora de emergencias de MSF-España, Esperanza Santos, describió como «la mayor aberración humanitaria que he visto en mi vida». «Están intentando hacer de Gaza un sitio que sea inhabitable para que las personas no tengan más remedio que salir», denunció Santos, que acaba de regresar de la Franja. Al salir vio Rafah completamente arrasada, al igual que gran parte de la Franja: «Son zonas en las que no queda absolutamente nada, no queda infraestructura, no quedan calles... ahora le toca a la ciudad de Gaza».



Israel se prepara para hundir la Flotilla Sumud

Aviones israelíes y buques de la Armada se preparaban ayer para interceptar en las próximas horas a la Flotilla Global Sumud que se dirige a Gaza y hundir algunos de sus barcos, según la radio pública israelí Kan.

La Flotilla Sumud informó de que se encuentran a unas 200 millas náuticas de la costa de Gaza (321 kilómetros), con una llegada estimada en tres días. Se aproximan a una zona de «alto riesgo», en las aguas internacionales donde fueron abordadas flotillas anteriores. Israel preveía un plazo de 24 horas, mientras los activistas temían que el asalto se produjera durante la noche. Según Kan, Israel detendrá en buques de su Armada a los más de 500 activistas que viajan en los 40 barcos de la Flotilla Sumud para llevarlos al puerto de la ciudad de Asdod, donde serán interrogados y deportados como en ocasiones anteriores.

«El hecho de que haya alrededor de cincuenta buques no permitirá remolcarlos a todos, por lo que algunos serán hundidos en el mar», señaló Kan.

La protección anunciada no será tal. La fragata italiana que seguía a la flotilla conminó a los activistas a suspender la misión antes de abandonar la ruta para evitar un choque con Israel, mientras la española no llegará antes de hoy a mediodía. «En lugar de usar su considerable poder naval para romper un asedio ilegal, (el Gobierno italiano) opta por escoltarnos solo hasta el punto de peligro y luego intentar dispersarnos, devolviéndonos a la costa con las manos vacías», denunció la Flotilla Sumud, que calificó la propuesta italiana de «sabotaje» y de un intento por «desmoralizar y fracturar una misión humanitaria pacífica que los Gobiernos no han asumido, a pesar de que es su silencio y complicidad lo que ha llevado a este punto». Los participantes aseguraron que tienen afirmaron que la flotilla sigue adelante y que la marina italiana «no descarrilará esta misión».