‘Two Tribes’, el reflejo futbolístico de una ciudad en lucha
El director inglés Andy Wells ha presentado su documental en Bilbo, dentro del festival de cine Thinking Football. Cuenta cómo los triunfos de Everton y Liverpool en los años 80 fueron fundamentales para mantener vivo el espíritu de una ciudad en decadencia.
Para leer este artículo
regístrate gratis o suscríbete
¿Ya estás registrado o suscrito? Iniciar sesión
Se te han agotado los clicks
En los años 70 del pasado siglo el Liverpool se convirtió en un club admirado en todo el mundo. La racha siguió en la siguiente década, pero en la marcha triunfal se le unió el vecino Everton, de tal modo que los dos clubs de la ciudad se repartieron prácticamente todos los títulos que disputaron aquellos años. Una dulce situación que contrastaba con la decadencia de Merseyside, en plena desindustrialización, sin trabajo ni futuro para sus habitantes.
El director Andy Wells retrocede a aquella convulsa época a través del documental ‘Two Tribes’, un tributo a los dos grandes equipos de Liverpool y al efecto tractor que tuvieron en la lucha de toda una ciudad contra la decadencia y los prejuicios. El festival Thinking Football ha brindado este martes la oportunidad de presentar la cinta en Bilbo, que también vivió momentos similares en los años 80.
El propio Wells ha presentado la película en la Sala BBK, acompañado de Sammy Lee, mítico jugador del Liverpool de aquella época y que luego también jugó en Osasuna. Ambos han destacado que el fútbol va más allá de un simple deporte en Liverpool, es un fenómeno íntimamente ligado a la forma de ser de la gente. Tras ser durante décadas uno de los puertos más prósperos del mundo, con la desindustrialización la ciudad se vio abocada a luchar por su propia supervivencia, agarrándose a los triunfos de sus equipos como única esperanza.
«Estoy orgulloso de la ciudad, allí el fútbol es la vida», afirmó Lee en la tertulia posterior a la proyección. Y es que los años 80 del pasado siglo fueron duros a orillas del río Mersey, con las cifras del paro desbocadas y el Gobierno de la conservadora Margaret Thatcher apretando a quien pedía alternativas. «Fueron a por nosotros», cuenta en el documental Peter Reid, entonces capitán del Everton y que no ha podido venir a Euskal Herria por motivos familiares.
Thatcher y Hatton
Según los equipos de fútbol iban amasando títulos, las cosas se ponían cada vez más feas en la ciudad, especialmente tras los graves incidentes de Toxteth en 1981. En 1983, una iniciativa encabezada por el izquierdista Derek Hatton se abrió paso en el ayuntamiento, una alternativa dentro del Partido Laborista que, priorizando a la ciudadanía y no a las burocráticas decisiones de Londres, intentaba detener la espiral de miseria que se estaba adueñando de la ciudad.
El propio Hatton, seguidor del Everton, recuerda con pasión en el documental cómo la gente se echó a la calle por un futuro mejor y destaca la final de la Copa de la Liga de 1984, que enfrentó a los dos equipos de la ciudad en Wembley. Fue la oportunidad perfecta para hacerse oír: «La gente fue a Londres con el color rojo del Liverpool o azul del Everton, pero todos apoyaban a Merseyside». Tras el partido, los jugadores de ambos equipos se sacaron una icónica fotografía, todos juntos por el futuro de su ciudad, un gesto «único en el mundo», según Sammy Lee.
La final de la Copa de la Liga de 1984 fue icónica, cuando los dos equipos posaron juntos por el futuro de su ciudad
Entre Liverpool y Everton se llevaron todos los grandes trofeos de Inglaterra en 1984, más la Copa de Europa. Sin embargo, Derek Hatton y otros integrantes de su grupo, Militant, fueron expulsados del Partido Laborista por proponer para Liverpool unas cuentas con un gasto social que excedía por mucho los ingresos. Fue un golpe casi definitivo para la moral de la gente, que solo encontró esperanza en el fútbol, y más tras el brillante 1985, con el Everton ganando la liga inglesa y la Recopa de Europa.
Eso sí, aquel también fue el año de la tragedia de Heysel, con aficionados del Liverpool como protagonistas. Desde el sur del país se extendieron dañinos estereotipos sobre Liverpool, algunos de los cuales aún perduran. Los caricaturizaban como paletos violentos que querían vivir de los subsidios públicos sin trabajar. Aquello pesaba sobre Liverpool y cuando ocurrió la tragedia de Hillsborough en 1989, se llegó a culpabilizar a las propias víctimas.
Fueron años oscuros que ya han quedado atrás, superados gracias a la conciencia colectiva de la gente, que vio la esperanza reflejada en sus equipos de fútbol y también en músicos, actores y humoristas locales, todos ellos nacidos de una cultura popular propia de la ciudad. «Al introducirme en el mundo de los dos clubs, me encontré con toda una ciudad y decidí contar todo lo que ocurrió», ha destacado el director Andy Wells.
Las palabras de Hatton en el documental dejan claro lo que el fútbol significó: «Tener los mejores equipos es lo que nos dio esperanza, no sé qué habría sido de Liverpool en los 80 si nuestros clubs hubieran tenido malos resultados».