Tras la fuga de los anteriores, Geoalcali asegura tener nuevos inversores, que aportan el 0,79%
Geoalcali anuncia que tiene un acuerdo de financiación de 5,58 millones de euros a la mina Muga, una cantidad que es ínfima, el 0,79%, respecto a los 700 millones que se estiman como necesarios para el proyecto y que debían aportar los inversores que se han dado a la fuga.
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Highfield Resources, la empresa matriz de Geoalcali, la impulsora de la mina Muga, ha anunciado que ha logrado un acuerdo de financiación de diez millones de dólares australianos (5,58 millones de euros) después de que sus principales inversores huyeran del proyecto.
De este modo, Geoalcali parece querer dar la imagen de que el proyecto de mina de potasa en la muga entre Nafarroa y Aragón sigue vivo. Tras el anuncio de la marcha de inversores, Geoalcali, y también el Gobierno navarro, proclamaron que seguían buscando financiación para mantener la respiración asistida.
Una gota en un océano de incertidumbre
En cualquier caso, la financiación anunciada hoy no deja de ser una gota en un océano de incertidumbre. Se estima que se necesitan 700 millones de euros para sacar adelante el proyecto. La inversión de las empresas chinas que se retiraron era de 270 millones de euros. La línea de crédito que suspendieron ING, HSBC y Caja Rural de Navarra era de 320 millones. Otro grupo de empresas que huyeron tenía previsto invertir 220 millones. Los 5,58 millones de euros anunciados hoy suponen el 0,79% del coste estimado del proyecto.
Según ha informado Highfield Resources, los accionistas que aportarán capital son EMR Capital Management Limites, Tectonic Investment Management y otro inversor que ya está presente en el capital.
El GEO de Geoalcali, Carles Alemán, ha señalado que «el proyecto Muga cuenta con el sólido y constante respaldo de sus inversores, que han acompañado cada etapa durante catorce años de compleja tramitación administrativa y legislativa, convencidos del enorme potencial de generación de valor que representa. Este apoyo inquebrantable confirma la confianza en un proyecto estratégico no solo para la compañía, sino también para Europa».
Junto a ello, señala el argumento de que la mayoría de la potasa se importa de Rusia y Bielorrusia, por lo que «resulta esencial impulsar iniciativas propias que refuercen la soberanía, el autoabastecimiento y la seguridad alimentaria».
Sin despejarse las principales incertidumbres
De todos modos, las principales incertidumbres sobre la mina Muga siguen sin despejarse. Por un lado, el TSJN ha anulado uno de los permisos de explotación. Por otro, en Geoalcali se ha producido una fuga de directivos ante la evidencia de la falta de financiación, antes incluso de la marcha de los inversores.
Y la mina Muga aparece citada en el informe de la UCO sobre el llamado «caso Koldo» como el origen de la supuesta trama de adjudicaciones irregulares. El Gobierno navarro siempre ha dado un importante apoyo político a este proyecto. La sombra de la sospecha tampoco parece un elemento positivo a la hora de atraer nuevos inversores.
Junto a ello, se ha puesto en duda la viabilidad económica de la mina, teniendo en cuenta que Highfield Resources es una especialista en especular en la bolsa australiana presentando proyectos que nunca llegan a materializarse.
La cotización actual de Highfield Resources en la bolsa australiana es de 0,02, cuando en septiembre estaba a 0,06. En cinco años, su valoración ha perdido un 93,86%.