
Las noticias que cuestionan la viabilidad del proyecto de la mina Muga, entre Nafarroa y Aragón, no dejan de producirse. La última ha sido que más inversores han abandonado el proyecto. Todo ello después de que el principal inversor, China Minmetals Corporation (CMC) y su subsidiaria Qinqhai Salt Lake Industry (QSL), anunciase en agosto que se marchaba. Hace apenas una semana, hubo otra noticia que ponía en cuestión el futuro de la mina, ya que se anunció que perdía una línea de credito bancario de 320 millones de euros tras la retirada de Caja Rural de Navarra, ING y HSBC.
Ahora, más inversores certifican su marcha de la mina Muga. Se trata de los chinos Yankuang Energy Group y de Beijing Energy International y del singapurense Singapore Taizhong Global Development, que tenían previsto aportar 220 millones de euros.
Se estima que el proyecto necesita una inversión de 700 millones de euros.
Dificultades para captar más fondos
Tras la marcha de CMC, Geoalcali, la empresa impulsora de la mina, como el Gobierno navarro destacaron que su objetivo era conseguir nuevos socios para seguir adelante con el proyecto de la mina. Desde entonces, todo han sido malas noticias en este sentido.
Y es que la viabilidad del proyecto de la mina está cuestionado desde distintos ámbitos. Por un lado, el TSJN anuló un permiso de explotación y los promotores están a la espera de que se resuelvan varios recursos judiciales que se antojan complicados.
Por otro lado, se duda de que los datos de rentabilidad que han presentado los promotores de la mina se ajusten a la realidad. CMC, además de retirarse del proyecto navarro-aragonés se marchó de otro de Canadá. Opositores al proyecto han denunciado en repetidas ocasiones que la matriz de Geoalcali, Highfield Resources, solo busca especular en la bolsa anunciando prospecciones infladas.
Asimismo, la mina Muga aparece en el informe de la UCO que dio origen al llamado «caso Koldo» sobre presuntas adjudicaciones irregulares. Entrar en este proyecto en estos momentos supone hacer frente a un evidente daño reputacional.
En este contexto, los trabajadores de Geoalcali están en ERTE.
Paradójicamente, la empresa señala que con la marcha de los últimos inversores se abre una ventana de oportunidad para captar a otros nuevos, ya que no está limitada por la exclusividad que le exigían las empresas chinas.

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