Alberto Pradilla
MADRID

Rato elude responsabilidades y reconoce la fractura en el PP por Bankia y la crisis

«Hice lo correcto». El expresidente de Bankia, Rodrigo Rato, ha eludido toda responsabilidad en el hundimiento de la entidad financiera y ha culpado al Banco de España, asegurando que su exgobernador, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, le instó a fusionarse con Bancaja pese a sus activos tóxicos.

Rodrigo Rato estrecha la mano de José Ignacio Goirigolzarri, su sucesor en la presidencia de Bankia. (AFP)
Rodrigo Rato estrecha la mano de José Ignacio Goirigolzarri, su sucesor en la presidencia de Bankia. (AFP)

La comparecencia de Rodrigo Rato en la comisión de Economía del Congreso, que ha generado una fuerte expectativa, ha servido también para evidenciar la fractura existente dentro del PP por la gestión de la crisis económica y financiera.

Según ha asegurado, a primeros de mayo presentó un plan de saneamiento que hubiese costado cuatro veces menos que el aprobado por su sucesor, José Ignacio Goirigolzarri. En concreto, su propuesta habría supuesto un desembolso de 6.000 millones de las arcas públicas, mientras que el actual se ha disparado hasta los 24.000. «Mi plan nunca fue aprobado», ha reconocido Rato, quien ha justificado su salida de Bankia tras comprobar una falta de sintonía con «las actuales autoridades».

«El ciclo económico se ha llevado todo por delante», se ha escudado el expresidente de Bankia, quien ha asumido su fractura con el actual ministro de Economía, Luis de Guindos. Según su versión, entre el 5 y el 6 de mayo decidió abandonar su puesto al frente de la entidad tras constatar que «las autoridades no comparten mi criterio». En este sentido, Rato ha afirmado que no quiso forzar la discusión y que optó por marcharse tras renunciar a la indemnización. «Tengo la conciencia de haber hecho bien las cosas y haber luchado», ha afirmado, para reiterar que la actual recesión económica, que va camino de alargarse durante cinco años, es «un hecho que no había ocurrido desde los años 30».

En la misma línea de lo ocurrido con otros declarantes, la intervención de Rato ha definido un paisaje de una gestión intachable, errores ajenos y un panorama económico imprevisible. Estos son, a juicio del expresidente, los elementos que han marcado la evolución de Bankia. «El 2 de junio de 2010 el entonces gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez me citó con urgencia a su despacho y me conminó a la fusión con Bancaja», ha afirmado Rato.

Esta versión contradice a la aportada el martes por el propio Fernández Ordóñez, que señaló a los gestores de las entidades como responsables. Ahora, Rato da la vuelta a la tortilla y asegura que fue Fernández Ordoñez quien llevó la iniciativa y que Bankia fue sometida a diferentes tests de estrés y auditorías desarrolladas tanto por el Banco de España como por Deloitte. Unas investigaciones que avalaron sus cuentas, según su versión.

En su primera exposición no ha hecho menciones a las denuncias de estafa lanzadas por clientes que contrataron preferentes o acciones en la salida a Bolsa y que han perdido cerca del 80% de su inversión. «No hablamos de pérdidas ni agujeros, el resultado operativo es el mismo. Lo que cambian son las estimaciones de futuros deterioros», ha insistido Rato, quien ha eludido buena parte de las preguntas lanzadas por los diputados.

«No son agujeros, son deterioros constantes del balance», ha reiterado. Además, ha echado balones fuera asegurando que ciertas decisiones en Europa y decretos del Gobierno español no dieron otra opción que sacar a Bolsa a Bankia. En este sentido, ha rechazado haber forzado la entrada de pequeños inversores y ha asegurado que estaba dentro de sus previsiones reconvertir las participaciones preferentes en acciones. Finalmente, ha insistido en que las fusiones no tuvieron motivaciones políticas.

Antes del expresidente de Bankia ha sido el turno de Julio Fernández Gayoso, expresidente de Caixanova y Novacaixagalicia. Pese a su cargo, ha tratado de eludir cualquier responsabilidad, ha afirmado que su puesto era «representativo» y ha defendido que «no tiene sentido» buscar responsabilidades ahora. Además, ha vendido un panorama idílico con cuentas saneadas y que choca con las diferentes inyecciones de líquido que han tenido que recibir por parte del Estado.

Las comparecencias se han alargado durante toda la tarde. A las 16.30 horas ha comenzado a declarar Narcís Serra, exdirector de Caixa Catalunya y, posteriormente, está prevista la intervención de Elena Salgado, exministra de Economía con José Luis Rodríguez Zapatero.