NAIZ
RIO DE JANEIRO

Detenidos dos policías acusados de la muerte de la concejala y activista brasileña Marielle Franco

Dos agentes de la policía militar, uno de ellos retirado, han sido detenidos en Rio de Janeiro por su presunta impicación en la muerte a tiros de la concejala y activista de derechos humanos Marielle Franco y el conductor del vehículo que la transportaba, Anderson Gomes.

Una banderola en recuerdo a Marielle Franco en el carnaval de Rio de Janeiro. (Carl DE SOUZA/AFP)
Una banderola en recuerdo a Marielle Franco en el carnaval de Rio de Janeiro. (Carl DE SOUZA/AFP)

Según fuentes policiales, uno de los detenidos es el policía militarizado pensionado Ronnie Lessa, considerado el autor de los disparos contra la concejala el 14 de marzo del año pasado, mientras que el otro es el expolicía militarizado Elcio Vieira de Queiroz, de 46 años, acusado por las autoridades de conducir el automóvil.

El ataque se produjo un día después de que la concejala volviera a criticar la intervención policial en la seguridad de Rio de Janeiro en un mensaje en las redes sociales.

Franco, una mujer negra, lesbiana, procedente de una favela y defensora de los derechos de las minorías, se caracterizó en la carrera política por su trabajo en defensa de los derechos humanos, especialmente de las mujeres negras, ya había publicado otros mensajes cuestionando la violencia de la Policía en Rio de Janeiro.

La legisladora, una socióloga de 38 años procedente de las favelas de Maré, una de las áreas más violentas de Rio de Janeiro, era la relatora de la comisión del Concejo creada para fiscalizar las operaciones policiales en el marco de la intervención militar.

El crimen ocurrió casi un mes después de que el presidente brasileño, Michel Temer, decretara una intervención federal en la seguridad de Rio de Janeiro para combatir la ola de violencia que afectaba al estado más emblemático de Brasil desde los Juegos Olímpicos de 2016.

La decisión cedió a los militares el control de la seguridad en Rio hasta finales de 2018 tras la ola de violencia que el año pasado causó 6.731 muertes, entre las que se contaban las de más de 100 policías y diez niños alcanzados por «balas perdidas».