«Eman egurre!» («a dar caña») se ha convertido en el grito de guerra de Juaristi en su camino hacia el Parlamento Europeo, del que tanto ha escrito durante años y en el que aspira ahora a representar a la masa popular que exige otra Europa, social e implicada con la solución en Euskal Herria. Es optimista pero consciente de que el escaño no está asegurado ni mucho menos. Y tiene muy claro qué es lo primero que hará si llegar a Estrasburgo: tocar dos puertas al máximo nivel.