Gorka Ikatza

Por el amor de Margarita

El Margarita de Yon Pavón.
El Margarita de Yon Pavón. (Jon Urbe | Foku)

Pocas dudas hay respecto a que se puede llevar a cabo cualquier cosa por amor. El propio Nietzsche afirmó, con su radical filosofía a martillazos, que lo que se hace por amor está por encima del bien y mal. Cuando murió aún faltaban unos cuatro decenios para que a un barman, en México, se le ocurriera mezclar tequila, un licor de naranja y zumo de lima para crear, en homenaje a un amor idealizado, el primer Margarita. Este cóctel por amor no es que esté bien, es que está muy por encima.

Y es que, si hay algún cóctel ligado a una historia de amor, ése es precisamente el margarita. Aunque circulen decenas de versiones sobre cuál fue el origen primero del combinado, en todas ellas hay un elemento que se repite: el amor por Margarita.

El artífice de la mezcla podrá llamarse Carlos, Danny, Lorenzo, Pancho…; podría haber tenido lugar en Chihuahua, en El paso, en La Ensenada, Acapulco o incluso en Beverly Hills, que ni está en México… pero una atractiva chica de nombre Margarita siempre es la protagonista del acontecimiento.

Si hay algún cóctel ligado a una historia de amor es el Margarita, aunque cuál fue la historia concreta no está tan claro

Como hay tantas historias sobre el primer margarita como cantinas en México, Yon Pavón, del Patricio Bar, en Lasarte, se inclina por la que atribuye la creación a un barman de apellido vasco. La historia nos sitúa en la Baja California mexicana, en el municipio de Ensenada, concretamente en la Cantina Hussong´s, que había sido antes una parada de diligencias.

Allá, en octubre de 1941, un camarero llamado Carlos Orozco, que gustaba de experimentar con nuevas bebidas, estaba, al parecer, encaprichado con una asidua cliente. Se trataba de Margarita Henkel, que era la hija del entonces embajador de Alemania.

Orozco se habría dirigido así a la mujer: «¿Quisiera usted probar algo de mi creación?». «Claro que sí», habría respondido ella, que probó el cóctel, quedó encantada – con el combinado- y le preguntó cuál era el nombre de tan sabrosa bebida.

«¿Cómo se llama usted?», respondió el camarero con una pregunta. «Margarita», dijo ella. Entonces, Carlos Orozco se dirigió a todos los presentes en el Hussong´s y les anunció que acababa de crear un nuevo combinado que se llamaría como aquella mujer: Margarita.

La cantina Hussong’s, donde empieza esta historia.

Otra versión sobre el nacimiento del cóctel lo sitúa cinco años antes, en 1936, en Tehuacán Puebla, concretamente en el Hotel Garci-Crespo. La novia de quien era entonces su gerente, Danny Negrete, también se llamaba Margarita, y le gustaba tanto la sal que echaba una pizca en todas sus bebidas. Entonces fue que al novio barman se le ocurrió mezclar tequila, cointreau y zumo de limón y escarchar el borde de la copa con sal.

Relacionadas con una misma bailarina de Broadway, Marjorie King, hay también varias historias sobre el primer margarita. Están incluso localizadas en lugares diferentes, pero en todas ellas el objetivo era cortejar a la actriz estadounidense. Y, así, podemos referirnos a Danny Baljeique, barman francés que trabajaba en el Casino Riviera del Pacífico; o a Carlos Herrera, de Rancho La Gloria, a medio camino entre Tijuana y Rosario.

En la leyenda sobre el origen del margarita aparece incluso Rita Hayworth, cuyo nombre original era precisamente Margarita Carmen Cansino.

En aquel tiempo aún no había ido a Hollywood y no era más que una joven bailarina de la que se enamoró perdidamente un también joven camarero de un bar de Tijuana, que habría inventado el cóctel en honor a su amor platónico.

Y si tenemos que fiarnos de lo que cuenta José Cuervo, el del famoso tequila, el cóctel habría sido inventado en 1938 por un camarero en honor a la corista mexicana Rita de la Rosa.

En fin, hay muchas versiones sobre el primer margarita, pero en todas ellas es el amor lo que impulsa la inspiración.

Preparación

Así pues, movidos por amor o por el simple placer de disfrutar, bien sea por amor o por gustito cojamos la coctelera para preparar un combinado que, según Yon Pavón, es «complejo pero armónico, frío pero cálido».

Yon Pavón: «El Margarita combina toda la magia sutil que puede desplegar un combinado»

Siguiendo sus indicaciones, verteremos en la coctelera el zumo de media lima, 4 cl de tequila blanco, 2 cl de cointreau (licor de naranja) y echaremos hielo gordo. Luego agitaremos con energía durante unos 15 segundos y lo verteremos en la copa, con un colador para evitar que caigan a la bebida trocitos de hielo. La mezcla habrá emulsionado y tendrá una textura perfecta. Eso sí, «es importante que el combinado esté muy frío», subraya Yon Pavón.

Este cóctel margarita tiene dos señas de identidad importantes. La primera de ellas es que se sirve en un vaso particular, de una curiosa forma, denominado precisamente copa margarita. La segunda es el escarchado de sal en el borde de la copa: «Antes de exprimir la media lima la pasas por el borde de la copa para humedecerlo, luego lo colocas boca abajo sobre la sal para que se quede pegada, y listo».

Para Yon Pavón, este cóctel combina «toda la magia sutil que puede desplegar un combinado». Pero también nos previene de que la base del margarita es el tequila, un destilado de zumo de agave azul, pariente directo del mezcal. Esto significa que contiene una potente dosis de alcohol, algo que no se puede pasar por alto, ni aunque sea por amor.