Koldo Landaluze

3 de febrero de 1959 o cuando la música murió al compás de ‘American Pie’

El 3 de febrero de 1959 sucedió lo que, a partir de las estrofas de la célebre canción de Don McLean ‘American Pie’, se conoció como «el día que murió la música». Aquel día, un accidente aéreo terminó con la vida de Buddy Holly, Ritchie Valens y The Big Bopper.

El 3 de febrero de 1959, los músicos Buddy Holly, Ritchie Valens y The Big Bopper y el piloto Roger Peterson fallecieron en un accidente de avioneta cerca de la pequeña localidad rural de Clear Lake, Iowa. Las vidas de los tres músicos se truncaron en el despertar de su fulgurante carrera. Un accidente que cortocircuitó la historia del rock de los años 50 y que marcaría la música en las generaciones siguientes.

Buddy Holly -22 años- Ritchie Valens -17 años- y The Big Popper -28 años- pasaban por ser considerados como el futuro de la música y juntos se habían embarcado en una ambiciosa gira llamada ‘Winter Dance Party’.

Se trataba de una gira maratoniana que los llevaría a 24 ciudades en tres semanas. La idea partió de Holly, quien ya era toda una celebridad, pero necesitaba recuperarse económicamente tras la separación de su banda The Crickets.

Para llevar a cabo dicha gira utilizaron un viejo autobús que llegó a recorrer 600 kilómetros entre ciudad y ciudad y que tuvo que soportar un trayecto infernal sacudido por temperaturas que alcanzaron los 36 grados, lo que provocó que varios músicos de las bandas enfermaran. Ello llevó a Holly a alquilar un avión para cubrir las siguientes etapas de la gira.

El avión despegó a la 01:00, sin embargo, no tuvieron noticias de los ocupantes de la avioneta hasta la mañana siguiente, cuando el equipo de búsqueda encontró el lugar del siniestro.

Inicialmente, el viaje estaba previsto que fuera realizado por Buddy Holly y dos integrantes de su banda, Waylon Jennings y Tommy Allsup. Finalmente, todo varió cuando J.P. ‘The Big Bopper’ Richardson le pidió a Jennings que le cediera su lugar en el avión.

Cuando Holly se enteró, le dijo a este último: «¡Espero que tu viejo autobús se congele!»; siguiendo con la broma, Jennings le respondió: «¡Bueno, yo espero que tu viejo avión se estrelle!».

Por su parte, Ritchie Valens, que ya había cautivado a todo el mundo con su versión eléctrica de ‘La bamba’, tenía miedo a volar pero le pidió a Allsup su asiento en el avión. Finalmente, una apuesta o cara o cruz determinó la suerte de ambos.

El enigma de ‘American Pie’

Grabada y publicada por la discográfica United Artist en enero de 1972, ‘American Pie’ es un tema épico y monumental a través del cual Don McLean realizó un críptico relato de la cultura estadounidense de los años 60 y teniendo como hilo conductor lo acontecido el 3 de febrero de 1959 que, en su canción, se revela como «el día que murió la música».

Durante años, McLean guardó silencio respecto al mensaje y significado de su más famosa composición. El cantante explicó en cierta ocasión que «el escrito y las letras revelarán todo lo que hay que revelar».

Sus seis versos, con el subrayado de un coro, describe a lo largo de sus ocho minutos y medio de duración la historia del rock'n'roll desde sus orígenes en los inocentes años 50, su espléndido desarrollo durante los turbulentos 60 y su decadencia al entrar en los 70.

Con estos mimbres, el cantautor combinó esta cronología con su propia experiencia, recordando acontecimientos mundiales y la transformación de las tendencias musicales que nacen de una adolescencia vital, recorren una juventud rebelde y, finalmente, derivan hacia una madurez desilusionada.

‘American Pie’ pasó a ser parte del patrimonio musical y cultural de EEUU y fue reconocida por el proyecto educativo ‘Songs of the Century’, que la colocó en el número cinco de las canciones del siglo XX.

Fue el himno de toda una generación, que memorizó cada verso pero al transmitirlos, perdió su esencia inicial debido a una letra enigmática en la que asoman un satanás sonriente, el eterno chevy que recorre rutas de polvo, Lenin leyendo un libro de Marx, los niños que gritaban, los amantes que lloraban y los poetas que soñaban.