Xandra Romero

Clasificación de alimentos

A menudo los profesionales sanitarios hablamos muy fácilmente en términos que, en ocasiones, el paciente no llega a comprender y es solo cuando estamos al otro lado de la consulta cuando nos damos cuenta de ello. Por eso, en esta sección quiero explicar hoy a qué nos referimos los dietistas-nutricionistas cuando hablamos en términos de ración de verduras, alimentos de origen animal, proteínas magras, lípidos o hidratos de carbono, porque puede parecer muy obvio, pero a menudo, o cuando uno está preocupado y asustado, algunos conceptos dejan de ser tan evidentes.

Así pues vamos a tener que explicar los distintos criterios bajo los que se pueden clasificar los alimentos. Por ejemplo, dependiendo de su origen pueden ser alimentos de origen animal, como la carne, la leche, los huevos o el pescado, y alimentos de origen vegetal, como las legumbres, las frutas, los cereales o las verduras.

Por otro lado, esos mismos alimentos, se pueden clasificar en tres grupos de acuerdo con la función que desempeñan en nuestro organismo, es decir, los alimentos constructores, por ejemplo, dentro de los que se encuentran principalmente los minerales, que ayudan en la formación de tejidos y síntesis de hormonas y las proteínas que forman parte de la estructura de los tejidos, aunque también tienen función metabólica y reguladora. En segundo lugar, los energéticos que son los hidratos de carbono cuya función es aportar energía al organismo y los lípidos o grasas que aportan energía, pero también ayudan a la absorción de ciertas vitaminas, forman hormonas y sirven como material aislante. Por último, la función reguladora recae principalmente en las vitaminas que forman parte de los procesos metabólicos que tienen lugar en la nutrición, aunque también poseen esta función algunos anteriormente citados.

La tercera forma de clasificar los alimentos es en relación a su valor nutritivo que, depende a su vez de la cantidad y de la calidad de sus componentes, así como de la presencia o ausencia de otros compuestos que afecten a su aprovechamiento. Así, podemos hablar de cuatro grupos de alimentos:

El primero, el grupo de la leche y derivados que hace referencia a leche de distintos mamíferos, quesos, yogures (que no postres lácteos), etc. El valor nutritivo de estos alimentos se basa en la alta calidad de las proteínas y de lactosa, así como elevados niveles de minerales y vitaminas muy relevantes.

En segundo lugar, tenemos el grupo de la carne, formado por variedad de alimentos, pero con valores nutritivos muy similares, entre los que encontramos las carnes y pescados de distinta procedencia, los huevos, las legumbres y los frutos secos. Estos alimentos tan diversos se agrupan aquí porque aportan, fundamentalmente, proteínas, que son de elevado valor biológico. También son ricos en ciertos minerales y vitaminas.

En tercera posición, tenemos el grupo de las frutas y verduras, formado por aquellos alimentos con un elevado e importante aporte de vitaminas y minerales.

Y por último, el grupo de los cereales, cuyo valor nutritivo reside principalmente en que contienen gran cantidad de hidratos de carbono, por lo que resultan ser la fuente principal de calorías en la dieta, aunque también aportan algunos minerales y vitaminas.

Así que, lo digamos como lo digamos, es importante recordar que todo el tiempo hacemos referencia a los mismos alimentos, solo que cada persona elige la clasificación que más se ajuste a su trabajo u objetivo.