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Juan de la Rubia
Organista

«Bertsolaris y organistas tenemos una práctica en común: la improvisación»

Organista titular de la basílica de la Sagrada Família de Barcelona, Juan de la Rubia es natural de la Vall d’Uixó (Castellón), donde inició sus estudios de la mano de su padre y Ricardo Pitarch. Su actividad incesante le ha llevado a pisar los escenarios de una treintena de países.

El organista Juan de la Rubia. (May ZIRCUS)

La iglesia de San Martín de Tours acogerá hoy una de las propuestas más originales del Ciclo de Órgano de la Quincena Musical. Juan de la Rubia, organista titular de la Sagrada Familia de Barcelona, improvisará junto a los bertsolaris Jon Maia y Oihana Iguaran en torno a historias de la mitología vasca recogidas por Joxemiel Barandiaran.

No es la primera vez que visita la Quincena Musical, pero en anteriores ocasiones ha sido para recitales más convencionales que el que protagonizará mañana en Ataun. 

En efecto, los conciertos que he ofrecido anteriormente en la Quincena no tenían la improvisación como eje principal. En este caso, se trata de un encuentro entre dos mundos que, a simple vista, parecen lejanos: los bertsolaris y el órgano. Pero lo que une ambas disciplinas es la creación en directo, la improvisación. Hay algo muy interesante en improvisar con otros: cuando la improvisación es a dos –o en este caso, a tres– uno inspira al otro, así que será un diálogo activo entre mi música y los bertsos de Jon Maia y Oihana Iguaran.

¿Cómo se cruzan en el directo los mundos de la poesía, basada en la palabras y los conceptos, con la abstracción del sonido musical?

En realidad, el proceso creativo es similar: la improvisación requiere de una cierta agilidad para cambiar de planes sobre la marcha y dejarse llevar por lo que acaba de suceder en el escenario. Y eso lo compartimos tanto los músicos como los bertsolaris. Ellos, al escuchar una música determinada, pueden modificar sus bertsos y seguir el mundo sonoro que yo les proponga. Es verdad que no hablo euskera y eso me va a limitar, pero los bertsolaris usan melodías para cantar los bertsos, y ese material seguro que me inspirará a mí. Además, tendremos en común las leyendas que vertebran la sesión.

«Cuando la improvisación es a dos –o en este caso, a tres– uno inspira al otro, así que será un diálogo activo entre mi música y los bertsos de Jon Maia y Oihana Iguaran»

Se trata de mitos de tradición vasca. ¿Siendo valenciano, cómo ha sido su acercamiento a esta mitología?

Es verdad que es una mitología ajena a mi tradición, pero he leído las historias de Barandiaran, he investigado en la web, y me han enviado muchos textos donde se explican estas y otras leyendas traducidas al castellano. Muchas no las conocía, pero otras sí son comunes con tradiciones del norte de Navarra que sí me sonaban, como la del Basajaun. Desde el órgano, yo me acerco a estas leyendas con mucha curiosidad: ¿Cómo se traducen musicalmente los ambientes de estas historias? ¿Cómo podría explicar desde el sonido las acciones de sus personajes? Esas son algunas de las preguntas a las que intentaré dar respuesta.

En anteriores visitas a Gipuzkoa ha tocado en grandes órganos románticos. ¿Cómo se adapta uno a los recursos más limitados de un órgano barroco como el de Ataun?

Es verdad que estos instrumentos imponen cierto respeto. Hay factores que pueden limitarte, como el temperamento –si es mesotónico, no se puede tocar en cualquier tonalidad– o las limitaciones en el registro. Esas restricciones pueden ser desafiantes, pero al mismo tiempo ofrecen otras calidades: la calidez del sonido antiguo, los registros que pueden utilizarse de forma tradicional o más atrevida. Los órganos mecánicos permiten incluso explorar recursos experimentales, como tocar con el teclado medio sacado. Más que limitaciones, ofrecen peculiaridades que exploraré durante los ensayos previos a la actuación, porque no quiero que mi conocimiento del instrumento me limite.