GOTZON URIBE
MUSICA

Childish Gambino

El pasado 2 de diciembre se publicaba el nuevo álbum de Childish Gambino, seudónimo del músico y actor Donald Glover. “Awaken, My Love!” ha despertado gran interés entre la prensa especializada, aunque venga de un artista bastante desconocido pese a que haya publicado dos álbumes anteriormente y haya sido nominado a varios Grammy en 2014. Con todo, su nuevo disco encandilará al aficionado a los sonidos vintage.

“Awaken, My Love!” se presenta cargado de soul y funk psicodélico, fresco y directo. Es una colección de canciones que discurren entre coros tranquilos y gargantas calientes, entre sintetizadores psicodélicos y guitarras eléctricas, entre silencios y ritmos galopantes. Su mayor virtud reside en la producción, una obra magistral donde se cohesionan sonidos y se implementan los instrumentos. Cada sonido, salvo la manipulación vocal de Glover en algunos temas, podría haber sido grabado en 1971. Aparecen guiños a Sly Stone, Stevie Wonder, The Isley Brothers o de Shuggie Otis, pero su mayor inspiración innegablemente es la banda Funkadelic.

Desde su publicación han sido muchos los que han comparado este disco con “Maggot Brain”, la obra cumbre del grupo de George Clinton editada en 1971. El nuevo trabajo de Gambino tiene muchas similitudes con aquel funk espacial y psicodélico que el presenta actualizado. Sus once canciones producen tal efecto narcótico en el oyente, que uno se da cuenta de la gran labor de ensamblaje y producción que hay detrás de ellas. Incluso las ilustraciones del álbum de Gambino se asemejan a la cubierta del icónico álbum de Funkadelic.

Usando el hip-hop como base de sonido, Gambino mezcla su rapeado con un sonido versátil, contemporáneo y descarado. Un viaje desde nuestro tiempo al R&B de los 70, parando justo antes del surgimiento del hip-hop. Una época en la que Parliament, Funkadelic, Earth, Wind & Fire, Stevie Wonder, The Chi-Lites, The Ohio Players y Sly and The Family Stone tocaban una música cool demasiado moderna para su tiempo. Pero para llegar a entender este disco hay que detenerse en la figura de Prince, un artista visionario que supo recoger lo mejor de los 70 para devorarlo y ofrecer un cocktail maravilloso de soul, funk y rock.

En el disco de Gambino hay mucho de eso: sonidos calientes, guitarras que chirrían y cabalgan, voces elegantes y canciones que de la mejor manera posible remiten a aquella música. Es a la vez un homenaje y una parodia, igualmente consciente de los excesos de la época y sus glorias, de la forma en que la mejor música de los 70 fusionaba la sensualidad, el activismo, el humor, la extravagancia, el futurismo, la espiritualidad, la excentricidad salvaje y el espíritu comunitario de una manera utópica. La mezcla de todo esto es “Awaken, My Love!”, un disco que no deja indiferente.

CD AIPAGARRIA

The Bad Plus

“It’s Hard” •&flexSpace;

Sony, 2016 •&flexSpace;Jazz

Con la intención de hacer una relectura de la música pop desde el prisma del jazz, el trío de Minnesota –formado por el contrabajista Reid Anderson, el pianista Ethan Iverson y el batería David King– regresa para ofrecernos una nueva decostrucción del pop a través de una serie de versiones de temas publicados en las dos últimas décadas. Hábiles, directos e intrépidos, aquí encontramos entre otros “Don’t Dream It’s Over”, de Crowed House; “The Robots”, de Kraftwerk; “Maps”, de Yeah Yeah Yeahs; “Staring At The Sun”, de TV On The Radio o el “The Beautiful Ones” de Prince, un tributo a su paisano que fue grabado justo un mes antes de su fallecimiento. El disco muestra una nueva lectura de estilos que van del pop hasta el country pasando por el rock progresivo o la psicodelia en manos de tres brillantes músicos de jazz.