Aa los creadores de tendencias en 2016, este dúo les entró directamente por los ojos con “Saltwate”, una canción que se hizo popular en Estados Unidos gracias a un anuncio de cerveza y que, hasta la fecha, lleva acumuladas más de ocho millones de escuchas en Spotify. Geowulf lo componen Star Kendrick (voz) y Toma Banjanin (guitarra y voz), amigos desde la infancia y procedentes de la costa australiana. El dúo regresó el pasado verano con su primer EP, “Relapse”, seguido de presentaciones en el Latitude Festival y un concierto que colgó el cartel de “No hay entradas” en el Sebright Arms, así como giras conjuntas con Portugal The Man, Tove Stryke, JONES y Dagny. La publicación de su álbum de debut, “Great Big Blue”, ha causado gran expectación.

Las once canciones que componen su nuevo trabajo navegan elegantemente a través de brillantes líneas de guitarra y melodías suaves, evocando el aplomo de Lana Del Rey y la belleza etérea de Mazzy Star. El synth-pop cristalino de “Drink Too Much” habla sobre esas noches que terminaron en líos no deseados. La primera canción que escribieron fue “Get You”, una fresca pieza de pop, aunque originalmente era una composición con un ritmo lento, que se transformó por completo. Canciones melancólicas en la línea de Angel Olsen o Sharon Van Etten, donde las guitarras adquieren gran presencia, son una constante en el álbum. Ese es el caso de la canción “Saltwater” que, además de narrar el final de una relación, también habla de la religión desde un punto de vista amplio –aspectos espirituales del budismo y del cristianismo– y del universo en su conjunto. Luego está “Hideaway”, teñida del sonido de los 60 y que casi no llegó a grabarse. Es un tema de pop prístino que la pareja desarmó, rediseñó y al que dio una nueva identidad para convertirlo en una referencia desde donde trazar el álbum. “Work In Progress” cierra el disco, impulsado por la voz de Star. La instrumentación a su alrededor es delicada, creando algo rico con emoción y anhelo.

Bajo la producción de Duncan Mills (The Vaccines, Spector, Peace), las sesiones de “Great Big Blue” han estado escalonadas en largos fines de semana, a base de grabaciones realizadas a altas horas de la madrugada. Sin embargo, los resultados nada tienen que ver con esas horas intempestivas. Es la mezcla perfecta de éxtasis, pop de playa, el equivalente a conducir a lo largo de la costa en un día de verano celestial, con letras melancólicas. Toma encabeza el lado musical, mientras que Star escribe gran parte de las letras, llenándolas con historias de su vida.

CD AIPAGARRIA

Boy Azooga

“1,2 Kung Fu!” • Heavenly, 2018 •&flexSpace;Rock

Boy Azooga es el proyecto pilotado por el músico de Cardiff Davey Newington, un prodigioso talento musical de padre violinista y madre clarinetista. Comenzó a tocar la batería cuando tenía 6 años e, inspirado por su profesor de arte de la escuela, ha ido creando música hasta publicar su disco de debut. Es un trabajo en el que aparecen ecos de Sly & The Family Stone, Caribou, Black Sabbath, Outkast, Van McCoy, Ty Segall y The Beastie Boys, y con arreglos que recuerdan a The Super Furry Animals. Daf Davies, Dylan Morgan y Sam Barnes acompañan a Davey en vivo, un conjunto que se mueve suavemente desde los instrumentales fílmicos hasta un rock lleno de energía que se le acerca tanto a Can como a los Happy Mondays.