IKER FIDALGO ALDAY
PANORAMIKA

Propio

Una de las fortalezas de la creación artística es la capacidad de hacer de los lenguajes y las experiencias propias, lugares comunes para el encuentro con el otro. Por muy introspectivo que sea el trabajo del taller o del estudio circula, siempre presente, un anhelo de la presentación pública. La exposición como parte del camino, que no como final, se erige como el hito deseable, o inevitable, para la activación de las piezas. Esa exhibición es el hilo conductor para hacer de un trabajo íntimo o personal, un terreno universal y a disposición de quien lo quiera habitar. Sin embargo, como proceso que es, cada obra no es más que una parte concreta y puntual de una trayectoria en desarrollo, cuyo devenir se va construyendo desde un espacio evolutivo en el que los códigos, las resoluciones y las influencias se entremezclan. Todo lo anterior ligado a un presente de constante producción visual y sobresaturado por sus canales de acceso, hace que las referencias se mixturen y que los lugares propios del arte dejen de ser estancos para encontrarse siempre en un movimiento permanente.

La galería Carreras Múgica de Bilbo es el escenario en el que la artista guipuzcoana Zuhar Iruretagoiena Labeaga (Zarautz, 1981) presenta “Amortiguar la caída, zuretzat lekua izan” hasta el día 9 de este mes de noviembre. La creadora presentó la pasada primavera en el centro BilbaoArte bajo el título “Hebra” lo que parece ser un capítulo previo al que hoy nos ocupa. Sin duda, una línea de investigación cuyo desarrollo encuentra ahora una nueva razón para ser mostrado al público que acuda a la sala. Dos grupos de elementos, fotográficos y escultóricos, marcan las pautas de la organización espacial del display expositivo. Ambas se conjugan desde una referencia constante a la estructura de la escultura que en ocasiones aparece sujeta a la pared, abandonando por un momento su condición tridimensional para ocupar el espacio de la imagen plana. Las piezas de carácter casi modular expanden toda su presencia como elementos en un camino híbrido en el que, si bien exigen y desempeñan un protagonismo propio, parecen querer quedarse en un segundo plano en el que no hay más concepto que la propia función de sostenerse. El diálogo con las imágenes de la pared deja entrever una tensión formal cuya visión en conjunto es, sin embargo, amalgamada y equilibrada, permitiendo un espacio de lectura que merece la pena experimentar.

El pintor alavés Santos Iñurrieta (Gasteiz, 1950) extiende en la calle correría de Gasteiz dos capítulos de su desempeño artístico actual. Tras su exposición individual el pasado año en el museo Artium de la capital alavesa, la sala de la librería Zuloa y el espacio ZAS Kultur acogen sendas muestras desde las que acercarse a partir de las múltiples facetas creativas de Iñurrieta. “KAJIKA´S” es el nombre bajo el que lo que parecen ser unos pequeños altares formados por muñecos decapitados y recompuestos conforman una colección apoyada por una edición limitada de postales que se expone en ZAS hasta el 12 de noviembre.

Por otro lado, la escultura de Patxi Aldunate y la poesía de Benito Herreruela conforman junto al pintor la tríada para un proyecto multidisciplinar en el que sus líneas creativas confluyen. “Suite Menut” muestra una colección de diecisiete dibujos que alimentan parte del compendio de las quince esculturas que Andunate aporta. Herreruela, por su parte, propone diecisiete textos que asumen la narración más textual, reivindicando un encuentro entre la poesía escrita y la plasticidad de dos de las grandes disciplinas. El 24 de noviembre es la fecha límite para visitar esta convivencia en el piso subterráneo de la céntrica librería.