MIKEL INSAUSTI
CINE

«Western Stars»

El fenómeno fan distorsiona y confunde la verdadera apreciación de la obra de un artista. Tal vez por eso, la película “Blinded by the Light” (2019), de la cineasta británica de origen indio Gurinder Chadha, resultaba decepcionante en cuanto a la visión que ofrecía de las canciones de Bruce Springsteen, a través del relato autobiográfico del periodista de origen paquistaní Sarfraz Manzoor, para quien las letras del Boss fueron como una revelación durante su adolescencia en Luton. Puede verse, eso sí, como un ejemplo de la universalidad que ha alcanzado el cantante de Nueva Jersey y su influencia en las culturas más alejadas de la suya. Pero es normal que ante dicho poder de difusión el propio Bruce prefiera refugiarse en sí mismo, y así surge la vena intimista que le llevó a grabar para Netflix el espectáculo “Springsteen on Broadway” (2018), con versiones acústicas de sus grandes éxitos. La realización corría a cargo de Thom Zimny, su fiel colaborador de tantos y tantos videoclips, junto al que ahora codirige su personalísimo documental “Western Stars” (2019).

“Western Stars” (2019) es Bruce Springsteen en estado puro, una obra suma hecha en la plena madurez creativa de los 70 años. Y puede que esa cifra tan significativa en el documento de identidad sea en cierto modo la razón por la que haya buscado la inspiración en la música western y en el pop californiano orquestal de los años 70. En consecuencia, se reconoce al autor pero sonando distinto, seguramente como fruto de una profunda introspección filosófica y estilística. El homenaje póstumo a Glen Campbell con su versión de “Rhinestone Cowboy” ya da la pista a seguir, y es que además hay ecos de bandas sonoras del género arregladas por Jimmy Webb o Burt Bacharach, de canciones de películas interpretadas por Harry Nilsson, Neil Diamond o Grace Slick (Jefferson Starship).

Un caudal melómano y cinéfilo que proviene de su vieja amistad con el crítico y manager Jon Landau, que aquí hace las veces de productor. El Boss siempre se ha confesado fordiano y “Las uvas de la ira” (1940) fue la primera película que vio del maestro, para luego rendirse ante la poderosa influencia de “Centauros del desierto” (1956). Nunca ha ocultado su admiración por John Wayne, pero en tono confesional reconoce que su imagen pública de representante de la working class estadounidense es un icono basado en el tipo del suroeste a la manera de Henry Fonda.

Existían muchas especulaciones sobre lo que podía ser o no el documental “Western Stars” (2019), pero todas quedaron aclaradas tras su presentación en el Festival de Toronto. Sí es en parte un concierto filmado, tal como se había anunciado desde un principio. Junto con la versión ya comentada, el Boss grabó en su viejo granero de Colts Neck, en Nueva Jersey, las canciones del álbum homónimo al completo con una banda de acompañamiento y una orquesta de cuerda. Para distinguir la banda sonora del disco original conviene fijarse en que lleva por título “Western Stars-Songs from the Film”, y en que la portada es diferente. En aquella se optó por un caballo salvaje negro y en esta aparece Bruce con su guitarra acústica y como paisaje de fondo una carretera polvorienta hacia el infinito bajo un cielo repleto de nubes.

Por supuesto que se trata de paisajes coincidentes, en la medida en que los temas recurrentes son la carretera, el desierto, la soledad, la comunidad, el hogar y la esperanza. La diferencia reside en que dentro del documental el concierto se complementa con la narración de Bruce introduciendo sus reflexiones, así como con material de archivo procedente de los vídeos de Thom Zimny y otros caseros.

Su discurso converge en la idea del envejecimiento, muy presente en sus textos pero referida a otros personajes que se hacen viejos, aunque esta vez asumida en primera persona. Ello deriva en un sentimiento de cambio empañado de nostalgia, amor, dolor y redención.

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