TERESA MOLERES
SORBURUA

Noticias científicas

La revista “Nature scot”, de la Sociedad de Ayuda a la Naturaleza de Escocia, Scottish National Heritage, informa que perdió 48 puestos de trabajo en las Highlands por el impacto del covid-19. Sin embargo, con la ayuda del Gobierno escocés se mantienen trabajos como la reintroducción de castores indígenas en el río Tay. Los castores prácticamente desaparecieron hacia 1.600 debido en gran parte a la moda de realizar ropa de abrigo con la piel de estos animales. Los castores construyen presas reduciendo la velocidad del agua, deteniendo la pérdida y erosión del suelo agrícola, además de ayudar en la eliminación de contaminantes en los arroyos. Los escoceses explican su acción con esta pregunta: «¿Qué derecho tenemos nosotros para criticar a los brasileños por talar sus bosques tropicales si nosotros rehusamos restaurar nuestros bosques de climas templados?».

Se conoce que la polución de plásticos y nanoplásticos procedentes de los plásticos en descomposición es un gran problema en el medio marítimo. Según un estudio de las Universidades de Surrey (Gran Bretaña) y Shandong (China), publicado en junio por la revista “Nature Science”, sabemos que también las plantas sufren esta polución. Las plantas absorben por sus raíces partículas plásticas, donde se acumulan dificultando la absorción del agua y los nutrientes, e impidiendo su normal desarrollo. De esta manera, la fertilidad de las semillas y el valor nutritivo de los cultivos se ve comprometido. Además, los nanoplásticos modifican el código genético de las plantas exponiéndolas a enfermedades y a parásitos; y, consecuentemente, pueden ser peligrosas para los humanos al comerlas.

Otra noticia interesante la aporta la revista “Science Advances”. Informa de que en un laboratorio de Jerusalén se han logrado cultivar seis palmeras datileras a partir de semillas de hace 2.000 años de una variedad perdida y encontradas en el palacio del rey Herodes en el desierto de Judea. Eran unos dátiles excepcionalmente grandes, famosos en su tiempo. Se cree que provenían de un cruce entre variedades orientales y occidentales, que indica que ya entonces conocían prácticas agrícolas avanzadas. Los investigadores confían en que, con estas palmeras “resucitadas”, se puedan mejorar los dátiles modernos.