Jone BURUZKO
cazar con rapaces

Halcones en los Emiratos Árabes Unidos, algo más que pájaros

Acostumbrados por estos lares a divisar de vez en cuando a alguna rapaz surcando el cielo o participando en una exhibición de esas ferias medievales, ahora muy condicionadas por la pandemia, la cetrería surgida de la necesidad de comer es una actividad muy cotizada en otras partes del mundo. Estas imágenes del desierto de Liwa, a unos 250 kilómetros al oeste del Emirato del Golfo de Abu Dabi, son el complemento artístico a una tradición milenaria.

Fotografía: Karim SAHIB | AFP
Fotografía: Karim SAHIB | AFP

Originaria de Asia y Medio Oriente, la cetrería es una actividad milenaria que consiste en cazar con aves rapaces criadas y entrenadas para esta finalidad. Muy ligados en su historia y su cultura a los beduinos, antiguamente los halcones también se usaban para cazar y sus presas contribuyeron en el desierto a la alimentación, y por tanto a la supervivencia de familias enteras. Quizás por eso, pero también por las horas de preparación, existe un vínculo de fidelidad entre el halconero y el ave.

Los halcones, actualmente clasificados como especies en peligro de extinción, son el emblema nacional de los Emiratos Árabes Unidos. El halcón es uno de los animales más importantes en este país petrolero, donde la cetrería es algo más que una afición. Se ha llegado a decir incluso que la actividad de cazar con aves rapaces entrenadas es disfrutada por todos los ciudadanos, sin distinción de rango social.

Las especies más populares utilizadas por los cazadores son los halcones saker y peregrino, mientras que las clases privilegiadas, qué casualidad, se decantan por los denominados “gerifaltes”. En los Emiratos Árabes Unidos la ley solo permite poseer halcones criados en cautiverio.

Las hembras, más cotizadas. Las más buscadas y las más caras son precisamente las hembras. En realidad, ellas superan en fuerza y tamaño a los machos, ya que pueden transportar hasta tres o cinco veces su peso y pueden volar a una velocidad de 320 kilómetros por hora. Una hembra criada en cautiverio puede costar hasta 100.000 euros.

En 2010, la cetrería fue declarada por la Unesco Patrimonio Inmaterial de la Humanidad porque la entidad la consideró «uno de los métodos de caza tradicionales más antiguos, selectivo con las presas cinegéticas, no contaminante y respetuoso con el medio ambiente». Es tal la pasión de los árabes por estas aves que, a pocos kilómetros de la capital de los Emiratos, Abu Dabi, hasta existe un hospital en el que se tratan a más de diez mil halcones al año y se les brindan todo tipo de cuidados, desde el limado de las garras hasta operaciones complicadas en pata o alas rotas que pueden durar incluso tres o cuatro horas, el tiempo máximo que estas rapaces aguantan bajo anestesia.