MIKEL INSAUSTI
CINE

«The interview»

Hay películas que crean verdaderos incidentes diplomáticos, y “The Interview” pasará a la historia como una de ellas, más allá de su limitado interés cinematográfico. Todo empezó hace un par de meses, en noviembre, cuando la compañía Sony fue objeto de un ciberataque contra su sistema informático de seguridad. Los datos del personal quedaron expuestos, por lo que ejecutivos y empleados interpusieron una demanda contra el estudio. Después se ha sabido que aquello fue un aviso o advertencia en contra de la exhibición pública de la película “The Interview”, porque los ataques de los piratas informáticos se repitieron llegada la fecha del estreno, de cara a la temporada navideña. La nueva amenaza surtió efecto, y Sony se vio obligada a dar libertad a las empresas exhibidoras para la suspensión del anunciado estreno rompiendo el contrato previamente firmado, ya que fueron bastantes las salas que no quisieron arriesgarse a proyectar el título maldito.

La presión contra “The Interview” se ha debido a que es una comedia de acción que ridiculiza la figura del presidente norcoreano Kim Jong-un, y la sátira ha sido tomada como una afrenta o provocación política a escala internacional. En EEUU no se termina de entender que la globalización haya cambiado el mapa geopolítico y que situaciones como la Guerra Fría, con muros de silencio y de secretismo entre los dos bandos, ya no son posibles. En Hollywood todavía parecen desconocerlo aún más, porque “The Interview” sigue la tradición de títulos de los años 60 como “Dr. Strangelove” (¿Teléfono Rojo? Volamos hacia Moscú), de Stanley Kubrick, o “¡Qué vienen los rusos!”, de Norman Jewison, cuando el enemigo era el régimen soviético. Sin embargo, se ha comprobado ahora que, con los norcoreanos, bromitas, las justas.

La pareja de humoristas que forman como guionistas y realizadores Seth Rogen y Evan Goldberg había debutado recientemente con “Juerga hasta el fin”, una comedia fantástica y autoparódica hecha entre amigos, en la que un grupo de estrellas de Hollywood se enfrentaba al fin del mundo. La comicidad en clave apocalíptica conectaba con el estilo gamberro que la pareja ya había utilizado en su guiones para otros cineastas, como “Supersalidos”, para Greg Mottola; “Superfumados”, para David Gordon Green; “The Green Lantern”, para Michel Gondry o “Los amos del barrio”, para Akiva Schaffer. En su segundo largometraje por cuenta propia, jamás hubieran sospechado que iban a llegar a un público mucho más amplio que el de los consumidores habituales del género y todavía menos a través de los noticieros de las televisiones, en lugar de en las pantallas de los cines.

Por culpa del boicot, los 44 millones de dólares invertidos en “The Interview” corren serio peligro, dados los problemas de distribución que está encontrando la película. Seth Rogen encarna, junto a su amigo James Franco, a una pareja de profesionales de la televisión, que están cansados de hacer reportajes sobre curiosidades y frivolidades, por lo que deciden dar el salto a las entrevistas con contenido. Consiguen una nada menos que con el presidente norcoreano, lo que les coloca en primera línea del periodismo, pero a costa de poner en guardia a los servicios secretos. La CIA no tarda en llamar a su puerta, encomendándoles una misión de Estado: deberán aprovechar la entrevista para asesinar a Kim Jong-un.

La actriz que hace de contacto con la Agencia de Inteligencia es Lizzy Caplan, mientras que en el papel del objetivo del magnicidio aparece Randall Park. Aunque el reparto no es muy espectacular, se anuncian cameos varios, entre otros los de Eminem, Rob Lowe y Joseph Gordon-Levitt. Sobre el estreno en nuestro mercado nada se puede aventurar de momento, y es que con Sony es difícil saber a lo qué atenerse. Dijeron que no a Terry Gilliam y su “The Zero Theorem”, y al final la ha estrenado.

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