Rory Cellan-Jones
UN CHIP BAJO LA PIEL

Un chip bajo la piel

La línea que separa a los humanos de las máquinas se está haciendo cada vez más borrosa. Nos hemos acostumbrado a las prótesis biónicas, a la utilización de la tecnología láser; hemos sabido de las lentes de contacto que pueden monitorear los niveles de glucosa, y los «wearables», o tecnología para vestir, han dejado ya el estadio de la ciencia ficción para ir introduciéndose en nuestras vidas. Ahora llega la hora de los chips insertados en la propia piel. En Suecia ya se han comenzado a implantar a los trabajadores de un edificio. ¿Cuál será el siguiente paso?