GOTZON URIBE
MUSICA

Boo Boo Davis

El próximo día 16, a las 21.30, el Kafe Antzokia de Bilbo acogerá el único concierto en nuestro país de Boo Boo Davis, el poderoso bluesman de Mississippi. Davis es un superviviente y pertenece a las últimas generaciones de músicos que escriben y tocan el blues basado en experiencias de primera mano, con una vida dura en el delta del Mississippi. Nació y se crió en Drew, en el corazón del delta. Era una de las zonas más ricas en algodón de todo el sur y la gran cantidad de trabajadores de campo atrajo a los mejores músicos de los alrededores. Toda la región del delta era rica en blues, pero la ciudad de Drew era particularmente prolífica. Charley Patton vivió cerca y muchos artistas legendarios pasaron largas temporadas allí. Los aparceros cantaban en voz alta para ayudar a pasar las largas horas de trabajo y Boo Boo desarrolló su gran voz desde muy pequeño, mientras escuchaba cantar en los campos de algodón.

El padre de Boo Boo, Silvestre Davis, trabajaba en esos campos y tocaba diferentes instrumentos. John Lee Hooker, Elmore James y Robert Pete Williams fueron algunos de los músicos con los que trabajó. Boo Boo recuerda a estos artistas dando vueltas por su casa.

A la edad de cinco años comenzó a tocar la harmónica y a cantar en la iglesia junto a su madre. A los 13 años ya tocaba la guitarra y a los 18 se juntó con su padre y sus hermanos mayores bajo el nombre de The Lard Can Band. Viajaron a través del delta. A principios de la década de los sesenta se fue al norte de St Louis, donde estaba en plena ebullición la escena local liderada por Albert King, Ike Turner y Chuck Berry, entre otros. Junto a sus hermanos se establecieron como banda residente en el club Tabby’s Red Room y allí estuvieron actuando durante 18 años.

A pesar de haberse trasladado a St. Louis, él siempre será un hombre sureño. Cuando está en casa y no actúa, sus pasatiempos favoritos son ir a pescar y a cazar junto a sus perros. Durante su infancia apenas tenían dinero y no pudo acudir a la escuela, así que nunca pudo aprender a leer y escribir. Todo ello no supuso inconveniente alguno para que viajara a lo largo de todo el mundo. Siguiendo a su guía espiritual –él lo llama Dave–, Boo Boo encontró una manera de hacer frente a la sociedad moderna. El blues le ayuda a mantener su espíritu en calma cada día y se ocupa de encontrar el equilibrio entre el bien y el mal.

Es la primera vez que pisa nuestra tierra y una oportunidad única de ver en directo a un hombre que vivió en primera persona la mejor época del blues. Curtido en mil aventuras y con miles de conciertos a cuestas, poder verle en directo se convierte en una experiencia que transporta al oyente a la raíces del blues.

Pops Staples

Antes de morir, el patriarca del gospel-blues se dirigió con tres palabras a su hija Mavis: “Don’t lose this”. Se refería a las canciones que grabó y, por suerte, ella le hizo caso. Aunque Pops no vivió lo suficiente para terminar las canciones, Mavis finalmente se las entregó a su nuevo productor, Jeff Tweedy de Wilco. Tweedy, tal como hizo con la música de Mavis, produjo las canciones de Pops. El de Chicago se centra en la manera que Pops tenía de tocar la guitarra, blues duro al que el propio Tweedy le añade algunos arreglos. Para vestir las canciones, llamó a su hijo Spencer, de 18 años, para que tocase la batería. Mavis acompaña con su voz en algunas partes del disco. La relevancia del álbum reside en el juego entre la quejumbrosa voz de Pops y la interacción con su guitarra, tan suelta y caliente.