Izena ABIZENA LEKUA

Asier Etxeandia será profeta en su tierra con «El intérprete»

El Arriaga acogió ayer la primera de las tres funciones de «El intérprete» a desarrollarse en el teatro bilbaino. Comenzó, de ese modo, la gira estatal de este show interdisciplinar con el que Etxeandia quiere homenajear a sus padres, a su ciudad y a su propia infancia.

«El intérprete», espectáculo creado por el actor bilbaíno Asier Etxeandia y el compositor y productor Tao Gutiérrez, comenzó ayer, en el Teatro Arriaga su gira a nivel estatal.

El montaje que hoy y mañana se seguirá representando en Bilbo (entradas de 6,50 a 21 euros), visitará en las próximas semanas otras localidades vascas como Elorrio (17 de enero), Leioa (7 de febrero), Durango (8 de febrero), Gasteiz (20 de febrero) e Iruñea (21 de febrero).

«El intérprete» es un itinerario musical a través de todas esas canciones que forman parte de nuestra memoria colectiva. Es un concierto no convencional apoyado en versiones clásicas y temas originales elegidos para, en palabras de los autores, «crear un guión, un viaje emocional. Un show. Una propuesta escénica, que pretende convertirse en una oportunidad única para generar algo nuevo, fresco y renovado. Hemos iniciado un camino de investigación musical y teatral para encontrar ese lugar a medio camino entre la música y la interpretación, entre el cabaret y la performance».

Algo especial

Emilio Sagi, director artístico del Teatro Arriaga, presentó ayer a Asier Etxeandia como un «camaleón», como un actor de múltiples registros capaz de pasar de la comedia al drama clásico pasando por la televisión, el canto o el baile.

Acompañado por todo el elenco del espectáculo y ataviado como un dandy de mediados del siglo pasado, Etxeandia interpretó la canción «Just a Gigolo/ I Ain't Got Nobody» en la versión que Louis Prima popularizara a fines de los años 50.

Una vez terminado el aperitivo musical, Asier quiso presentar a la que denominó su «familia», señalando que «es difícil dedicarse a la cultura sin contar con un buen equipo. Y, además, el teatro es una máquina que tiene que estar bien engrasada». Esta «familia», de nombre Factoría Madre Constriktor, tiene su origen en el encuentro del propio Asier Etxeandia con Tao Gutiérrez (director musical del espectáculo, además de percusionista en el mismo), José Luis Huertas y Ana Sánchez de la Morena. También pertenecen a ella Gherardo Catanzaro (piano), Pino Roveretto (batería), Iván Prada (guitarra), Annamae y Raketa Brokobitx (coros), Enrico Barbaro (bajo) Cristina Pérez (sastra), Juan Gómez (luces) y Alvaro Tato (director escénico).

Homenajes

Etxeandia señaló que el show quiere ser un «homenaje a mi madre, a mi padre, a mi infancia y, por supuesto, a Bilbao, base especial del espectáculo», razón esta por la que arrancan en Bilbo con un nuevo «El intérprete»: esta es la primera ocasión en que harán tres actuaciones seguidas y, además, habrá más músicos que en las funciones previas, en las que solo tres salían a escena.

Asier opina que este hecho es todo un reto ya que la obra le provoca «un gran agotamiento físico y emocional; por eso también quería que actuar en Bilbao fuese algo especial», además de constituir el comienzo de la gira vasca y estatal de «El intérprete».

Para el comediante, ganador en 2012 de los premios Max y Unión de Actores a la mejor interpretación masculina por la coproducción teatral del Teatro Arriaga «La Avería», «El Intérprete» supone su consagración como cantante interpretando temas originales y versiones que componen un viaje emocional a lo largo de todo el siglo XX.

Etxeandia, entendiéndose a si mismo

De la unión artística entre Etxeandia y Tao Gutiérrez nace este espectáculo del que podemos disfrutar hoy y mañana. «El Intérprete» es un viaje a través de música e intérpretes como Lucho Gatica, Chavela Vargas, La Lupe, Gardel,Talking Heads, David Bowie o The Rolling Stones.

«Para mí la música siempre ha sido algo especial. Siempre quise ser cantante y homenajeo a los intérpretes que siempre he querido ser», dijo Etxeandia, añadiendo que «cantar es el monólogo perfecto; es la forma que utilizo para mostrarme al mundo». No en vano, «El intérprete» se inicia con el propio Asier, en su habitación, a la edad de 9 años: «Cuando era pequeño me apartaba de los demás en el recreo y me quedaba a solas imaginando que era actor, que era cantante, que era... El intérprete». El montaje es el propio Asier intentando entenderse a sí mismo, explicándose a sí mismo ya que este es, en su opinión, el único camino para «no engañar a los demás».