Lejos
La noche lejos de ti se convierte en una angustia proveniente de una soledad abierta en canal. Lejos o cerca. Una sesión de Barrio Sésamo o un concepto amoroso que puede provocar canciones y bailes soñados. Un concepto cultural que se retuerce para exprimirlo y sacarle jugos tendenciosos que tiñen de oportunismo lo que debería ser gestión y pensamiento. Quizás se entienda mejor su contrario: cerca. Pero una cerca es una valla. Una valla crea una malla de protección. Una protección que capa toda posibilidad de germinación y concupiscencia.
No puede existir cultura de lejos. Y mucho menos cultura de exhibición de lejos. Eso se llama televisión. La cultura siempre debe ser de cercanía, aunque no signifique que solo debamos atender al chico de la gorra a cuadros que copia hasta pensando. Abogo por una cultura abierta, cosmopolita, pero que empiece por atender al canto de esa cigarra que escribe poemas con lápiz de seda. Todo debe ser graduado, corresponderse con una evolución social equilibrada. Dejar que llegue de lejos lo que nos hace valorar mejor lo de cerca.
Lejos es una idea de llegada, no de partida. Llegar lejos, pero con tu música, tu imaginario propio, como servicio cultural previo y vivificante con los seres más cercanos. Así te comprenderán mejor los de lejos. Y tú comprenderás lo de lejos, a partir de conocer bien lo de cerca. Escucha el goteo de la fuente de tu pueblo y entenderás mejor las cataratas más grandes. Así pasa con los besos; los sonetos; los arpegios.

El Patronato del Guggenheim abandona el proyecto de Urdaibai

El PP amenaza con el exterminio político a EH Bildu y sin tener turno de palabra

El exalcalde de Hondarribia fichó por una empresa ligada a Zaldunborda

«Tienen más poder algunos mandos de la Ertzaintza que el propio Departamento»
