Jon ORMAZABAL
Pelota

Untoria se aferra a su «inesperada oportunidad»

El zaguero riojano debuta en unas semifinales acompañando a Bengoetxea VI ante Berasaluze II-Zubieta.

A la sombra del superlativo campeonato de su delantero Oinatz Bengoetxea, Álvaro Untoria debuta esta tarde en las semifinales del Parejas de Primera con la confianza de las cinco victorias obtenidas en los ocho partidos que le han tocado jugar –en dos de las tres derrotas llegó al cartón 21 y en otra al 19– en esa especie de montaña rusa en la que ha tenido que viajar durante los últimos meses. Lo hará encima enfrentándose a Aitor Zubieta, el pelotari «fichado» por su empresa cuando, antes de comenzar el Parejas, les surgieron ciertas dudas sobre la respuesta de los zagueros que componen el cuadro de Asegarce.

En un deporte tan volátil como la pelota, el zaguero de Nájera es el vivo reflejo de la importancia que tienen los momentos en la carrera de cualquier profesional. El bueno le pilló enseguida, con la txapela del Manomanista de Promoción y las finales del Parejas y el Cuatro y Medio en la 2012-2013. Tras su paso por el Mundial de aficionados, su adaptación al campo profesional fue estupenda, hasta tocar techo con su convocatoria para disputar los San Mateos de 2013, formando una atípica pareja con Xala.

Un año a la basura

Sin embargo, lo que debía haber sido el comienzo de su asentamiento en la élite supuso el inicio de un año para olvidar. Cuando su nombre comenzaba a sonar como futurible de cara al Parejas, una extraña lesión en el brazo lo mandó todo al traste.

Incapaz de terminar un partido en condiciones, su vida se convirtió en un eterno visitar doctores, sin que Iñigo Simón ni el masajista Pedro García consiguieran dar con el motivo de que se le acumulase líquido en su brazo derecho y que el dolor le impidiera rendir con normalidad. Con el tiempo, la exploración los llevó a descubrir que una contractura en zona del hombro y el cuello era la causante de todo el sufrimiento. «Lo pasé muy mal, pero nunca me planteé dejarlo. Lo que más me aliviaba era ir a entrenar, aunque el brazo me limitaba mucho», reconocía recientemente. Los masajes sirvieron para desatar el nudo físico, pero el mental requería de oportunidades cada vez más escasas en el campo profesional. Los partidos para olvidar durante 2014 fueron muchos, y la caducidad del contrato este próximo mes de julio añadió más presión.

El año 2015 no pintaba excesivamente bien para el riojano, inscrito en principio para el campeonato de Promoción junto a Iker Tainta. La controvertida decisión de Asegarce de reclutar a Aitor Zubieta tampoco era demasiado esperanzadora para aquellos zagueros de la promotora bilbaína que esperaban su oportunidad para demostrar su valía a los técnicos.

Ibai Zabala, que terminó pasando por el quirófano para arreglar su herramienta, fue el primer recambio ante los problemas de Beroiz y Andoni Aretxabaleta, pero las puertas de la titularidad se abrieron para el najerino en Tafalla a primeros de febrero, con victoria ante Retegi Bi-Rezusta por 22-15.

A pesar de la buena respuesta del zaguero riojano, la sustitución iba a ser puntual, como quedó demostrado dos semanas después, cuando Asegarce le hizo disputar dos partidos en apenas 48 horas, como sustituto de Aretxabaleta un viernes en Altsasu y reemplazando a Ladis Galarza, a su vez suplente de Beroiz, el domingo en Eibar. Y el brazo que unos meses atrás era incapaz de resistir más allá del tanto diez aguantó dos partidos de campeonato, llegando además en ambos al cartón 22, siendo el único que lo ha hecho.

A partir de ese momento la lesión de un Aretxabaleta –cuyo «elegante» gesto le ha otorgado la titularidad a Untoria– fue ofreciéndole nuevas y cada vez más exigentes oportunidades hasta la «final» del sábado pasado en Irun, en la que acompañó a la perfección a un soberbio Bengoetxea para colarse por vez primera en las semifinales de un campeonato de Primera.

El excelso momento de forma del de Leitza es un salvavidas para esta tarde, pero Untoria deberá sujetar a Zubieta y no conceder oportunidades a Berasaluze II si quiere seguir creciendo. «Hace dos años no podía ni imaginar estar aquí y ahora hay que disfrutarlo al máximo, voy con una motivación increíble a aprovechar la oportunidad».