Txisko Fernández
Periodista
JO PUNTUA

Cuando veo más hombres, muchos más, que mujeres

Cuando ando por la calle, cuando viajo en el transporte público, cuando poteo con la cuadrilla, cuando nos reunimos en familia, cuando salgo a pasear por el monte o por la playa, cuando vamos de compras, cuando vamos al cine... por lo general no veo más hombres que mujeres, ni más mujeres que hombres. Se puede dibujar nuestra sociedad con otras siete pinceladas distintas, de eso no hay duda, pero creo que las que he trazado aquí también reflejan la realidad; a grandes rasgos, es cierto, pero en esta ocasión prefiero usar una paleta de colores sin muchos matices.

Voy a seguir dando brochazos, ahora con un enfoque muy distinto. A menudo veo gente matando a otra gente y siempre –si alguien quiere anteponer un “casi”, allá él– son hombres; unos lo hacen apretando el botón desde un despacho; otros, a cañonazos o teledirigiendo un dron; otros, pasando a cuchillo a los prisioneros; otros, exterminado a sus rehenes en cárceles de exterminio...

Veo a hombres matando a mujeres, fundamentalmente, porque son “sus” mujeres y, a veces, incluso lo justifican por la tradición, por el derecho civil o por un mandamiento religioso...

A veces, también veo hombres que insultan o golpean a otros hombres porque no comparten los mismos colores, ya sean los de su piel y o los del equipo de fútbol al que siguen...

Y cuando veo a los dirigentes políticos colocándose para posar ante las cámaras cada vez que se reúnen en una cumbre, esa imagen me resulta lo menos parecido a una «foto de familia», por mucho que repitamos ese cliché periodístico.

Confieso que muchas de las trágicas escenas a las que estoy haciendo alusión solo las he visto de oídas pero eso no significa que me impacten menos que si las viera en una pantalla. Lo que me cuesta más es ponerme en el lugar de quienes las padecen en sus carnes porque, lo asumo, eso no es lo que veo cuando ando por la calle, cuando...