La sesión que celebró ayer la Asamblea departamental de Pirineos Atlánticos estuvo marcada por las novedades introducidas por la «penúltima» reforma territorial del Estado francés, a las que se añadieron algunos tintes nostálgicos por parte de los más veteranos. La reunión tuvo lugar, como es tradicional, en el Palacio de Navarra, en Pau, y la elección del presidente también se hizo siguiendo las viejas costumbres de «la tercera vuelta»: las consejeras y los consejeros fueron pasando por la cabina de votación para elegir la papeleta de su candidato o candidata preferidos. Como curiosidad, Fabienne Ayensa y Alain Iriart lo hicieron al unísono.

No hubo sorpresas en este capítulo: Jean-Jacques Lasserre obtuvo 31 votos, la socialista Marie-Pierre Cabanne sumó los 20 de su grupo y el representante de EH Bai, Alain Iriart, obtuvo los 2 correspondientes a su binomio. Hubo un voto en blanco, el de Isabelle Pargade, electa por Baigura-Mondarrain, que quiso expresar así su independencia respecto a las consignas de los partidos políticos, aunque formará parte de la mayoría de centro-derecha.

La gran novedad saltaba a la vista al reposar la mirada sobre los 54 escaños –dos más que en la anterior legislatura–, ya que la mitad estaban ocupados por mujeres –antes solo había siete consejeras generales–. Esta es la consecuencia directa de la reforma del sistema electoral que obliga a que cada candidatura presentada en un cantón esté formada por una mujer y un hombre, y prevé que uno de esos binomios resulte elegido, ya sea en la primera vuelta o en la segunda. Por tanto, también resultaba evidente para quienes siguen la política institucional que muchas de las caras nuevas que se veían en la sala (28) fueran femeninas, mientras que la mayoría de quienes repiten cargo (26) son hombres.

Singularidad

El contrapunto nostálgico lo puso el propio Laserre al tomar la palabra tras ser elegido presidente. Lo hizo siguiendo el esperado protocolo: «Es un gran honor, una gran responsabilidad, porque nos encontramos en una institución cargada de una rica historia de singularidades». Y a continuación apostilló: «Vamos a defender con uñas y dientes el Departamento».

Aunque el senador vasco tuviera que amoldar su discurso al peculiar escenario en el que se encontraba en la capital bearnesa, chochó que sus primeras palabras fueran tan contundentes en la defensa del Departamento actual cuando, tanto en lo personal como en su papel de presidente del Consejo de Electos de Ipar Euskal Herria viene defendiendo desde hace tiempo la constitución de una institución propia que englobe a Lapurdi, Nafarroa Beherea y Zuberoa.

La devolución de los 35 millones del TAV, en primer plano

Alain Iriart no tenía posibilidades de salir elegido presidente del Consejo Departamental y no era ese el objetivo que se había marcado al presentar su candidatura al cargo, sino el de que en Pau se escuchara la voz de los abertzales de izquierda. Un acto simbólico que, como indicó el alcalde de Hiriburu, venía precedido por «la voz de los votos», aludiendo a los buenos resultados obtenidos por la coalición de abertzales de izquierda.

El presidente es ya el bidaxundarra Jean-Jacques Lasserre, quien ha reducido de quince a cuatro el número de vicepresidencias. Las ocuparán dos hombres y dos mujeres: el biarrota Max Brisson será el primer vicepresidente y los otros tres fueron elegidos entre los electos bearneses. Los dos políticos vascos representan también el equilibrio entre las dos fuerzas que conformaron la coalición electoral de Forces64 y UMP: Lasserre como líder de la UMP y Brisson como jefe departamental de la UMP.

Una vez investido, Lasserre esbozó algunos de los que serán sus primeros pasos al frente de la Asamblea departamental, aunque sonaron más a deseos que a una auténtica agenda de gobierno. Así, manifestó que espera abrir un procedimiento para exigir la devolución de los 35 millones pagados por el departamento de Pirineos Atlánticos para el proyecto de tren de alta velocidad en la línea Tours-Burdeos.GARA