Ramón SOLA
DONOSTIA
«CASO BIDEGI»

El PNV replica con exabruptos a otra querella por más obra falsa en la AP1

La Diputación de Gipuzkoa comunicaba ayer la presentación de otra querella al haberse hallado trabajos falsos en un segundo tramo de la AP1, el Eskoriatza-Arlaban, colindante con Araba. La presunta malversación supera a la anterior: 17,1 millones. A la misma hora, el PNV le acusaba de actuar «como la Stasi». Sigue sin dar versión de lo ocurrido.

Otro túnel de la AP1 –esta vez el de Isuskitza, entre Gipuzkoa y Araba– se convierte en escondite de una presunta malversación de dinero público por parte de Bidegi. Lo desveló ayer la Diputación de Gipuzkoa. Tras el informe encargado a la empresa Ingeotyc, la misma que auditó los túneles del tramo Arrasate-Eskoriatza y apreció seis partidas infladas que se investigan en el Juzgado de Azpeitia, ahora han aparecido nuevos trabajos falsos en el Eskoriatza-Arlaban.

Esto da pie a una segunda querella por parte de Diputación, con más volumen aún que la anterior, dado que aquella (tras la ampliación) ascendía a 13,6 millones y esta suma 17,1. La mitad corresponde a obras que no se realizaron, y la otra a trabajos que se investigan todavía pero están ubicados en Araba, por lo que no tiene sentido que fueran pagados por Bidegi. Técnicos de la Diputación alavesa están revisando el tema.

Egibar, contra EH Bildu y PP

A la misma hora en que conocía esta segunda querella, el presidente del GBB, Joseba Egibar, increpaba a EH Bildu tildándole de «Stasi vasca», en alusión al servicio de espionaje de la antigua RDA. Para Egibar, «intenta destruir al contricante político». A su lado, Markel Olano y Eneko Goia, entonces responsables de Bidegi y Diputación y reprobados por las Juntas de Gipuzkoa, callaron. Horas después, Peio Urizar (EH Bildu) consideró incomprensible que el PNV no obligue a ambos a dar explicaciones y añadió que mientras no lo hagan están inhabilitados para la representación pública.

En cuanto a Larraitz Ugarte, lanzó a Egibar dos preguntas directas: «¿Está diciendo con eso que no hay que investigar la desaparición del dinero público? ¿Y está diciendo que el juez es Stasi también?» Más allá de esta réplica, recordó que lo llamativo es que el PNV no dé ninguna explicación sobre la desaparición del dinero. Las dos querellas, que comenzaron con 3,4 millones perdidos por el inexistente transporte de 900.000 metros cúbicos de tierra, suman ya 30.

La carga dialéctica de Egibar, que parece tomar el papel que antes hizo la juntera Eider Mendoza al crecer el escándalo, tiene como claro objetivo blindar a su cabeza de lista en Gipuzkoa. En esta línea, dejó claro al PP que Markel Olano «es y será» el candidato a diputado general. Y devolvió el envido a Juan Carlos Cano, que dice que no apoyarán a este aspirante en una investidura: Egibar cree que es solo una pose de campaña, pero le avisa de que si «es consecuente y llega hasta el final», el PNV «tomará nota para el futuro».

Liquidación paralela

La liquidación del tramo llevado ahora al Juzgado fue realizada igualmente seis días antes del relevo en Diputación, en junio de 2011. Aparece en ella de nuevo el director gerente de Bidegi, Agustin Zugasti (imputado ya por el Arrasate-Eskoriatza), al igual que el entonces director de la sociedad pública, Borja Jáuregui, fallecido el pasado año. Los otros dos firmantes eran esta vez el gerente de la UTE Arlaban y el responsable de la ingeniería Euroestudios, director de la obra.

El análisis de Ingeotyc prueba que solo se colocó fibra de acero para sostener el hormigón en el 43% de la zona realmente pagada en 2011, y además la cantidad real de fibra era inferior (26,7 kilos por metro cúbico y no 45). El resultante fue un pago a las constructoras de 3,1 millones de euros indebidos

El hormigón proyectado en los túneles también fue falseado. Ingeotyic estima que se inyectaron 28.684 metros cúbicos, pero se pagaron 48.874. En dinero, supone otros 5,1 millones.

A los 8,3 millones resultantes de obra no realizada se suma que Bidegi pagó a las constructoras otros 8,8 millones por trabajos en la parte alavesa, sin explicación posible. Nada de esto está justificado documentalmente, dice Diputación.