Estos cuatro partidos tienen todo ya atado y bien atado, según reveló Esparza. Es como el «pacto del almacén», en referencia a las negociaciones durante la comisión de investigación sobre Lourdes Goicoechea. De hecho, el pacto ya está funcionando en Erribera. Los protagonistas del acuerdo no lo reconocen, «solo Adolfo Araiz, que ha emplazado a los demás a posicionarse públicamente», pero José Javier Esparza desveló a los suyos, cual arcano nigromante, qué consecuencias traerá el pacto de los cuatro jinetes del Apocalipsis.

Traerá ikurriñas, supondrá la obligatoriedad de conocer el euskara para acceder a la función pública en toda Nafarroa, la Policía Foral será sustituida por la Ertzaintza, «se homenajeará a los asesinos y no a las víctimas» y Nafarroa quedará diluida en 25 escaños del Parlamento de Gasteiz –que habrá que reformar, por lo que parece–. El Gobierno navarro pasará a ser una diputación más. Un completo desastre, a juicio de Esparza, pero sería solo un primer paso hacia la independencia y hacia «abandonar España y Europa».

«Me acusan de utilizar el discurso del miedo», señaló Esparza. Parecía que era consciente de que se había pasado de frenada, pero no. Fue un espejismo. Fugaz. «Lo que ocurre es que contamos la realidad, como siempre hemos hecho en UPN. Y lo que está pasando asusta», añadió el candidato.

«Sería el Gobierno del caos y del desempleo. Quieren unir las políticas revolucionarias de EH Bildu, las populistas de Podemos y las comunistas de I-E», advirtió el candidato de UPN. A Geroa Bai –PNV, según la denominación de Esparza– corresponde en este pacto dar imagen de seriedad y respetabilidad.

«Solo saben destruir Navarra y empezarán por el Canal de Navarra y el Tren de Altas Prestaciones [TAV]», advirtió el candidato de UPN, que enumeró los logros que su partido ha dado a Nafarroa, como el pantano de Itoitz o la autovía de Leitzaran.

«¿Qué empresario va a invertir aquí con ese gobierno si hasta hace poco pedían el impuesto revolucionario?», preguntó Esparza. Poco antes, el candidato de UPN a la Alcaldía de Iruñea, Enrique Maya, dejó claro que «los empresarios nos exigen estabilidad política y económica. Y que llegue el TAV. Y eso solo será posible si UPN gobierna».

También preguntó a Uxue Barkos «si no le da vergüenza» por anunciar que impulsará un cambio de valores en Nafarroa y ser capaz de alcanzar acuerdos con «los asesinos que no han pedido perdón de EH Bildu». «¿Qué valores son esos?», preguntó sin esperar respuesta, en un tono de mitinero enardecido, en el que acusó a Araiz de «apoyar la estrategia de socialización del sufrimiento» desde la Mesa Nacional de HB.

«Llevan la violencia en los genes y no se puede dejar la educación de los niños en sus manos», proclamó antes de mos- trar su apoyo a Lourdes Goicoechea, vicepresidenta en funciones del Gobierno navarro, en cuya casa de Olatzagutia apareció el sábado una pintada. Los asistentes al mitin respondieron con una sonora salva de aplausos que Goicoechea agradeció. [Otra pintada apareció en el domicilio del cabeza de lista de EH Bildu en Gares].

«¿Os imagináis a Adolfo Araiz, Uxue Barkos o Laura Pérez –cabezas de lista de EH Bildu, Geroa Bai y Podemos– negociando el Convenio o el IVA de la Volkswagen?», prosiguió Esparza, que en esta ocasión se dejó en el tintero a José Miguel Nuin, cabeza de lista de I-E y cuarta pata del maligno contubernio que se cierne sobre Nafarroa.

UPN sana todos los males

A pesar del apocalíptico futuro que presentó, Esparza, como buen telepredicador, tenía también la solución: UPN, que es el muro de contención a tanto desmán. Así, prometió que defenderán la educación concertada, «pese a quien le pese».

«El domingo se decide si Navarra será gobernada por UPN o si la gobierna el independentismo vasco de la mano de Herri Batasuna y el PNV», señaló para hacer un llamamiento a todos los asistentes para que pidan el voto a sus familiares y amigos para que UPN sea el vencedor de los comicios.

En esta línea, criticó también a otros partidos españolistas, destacando que UPN tiene su centro de decisión en Nafarroa, «no en Madrid, Bilbao o Barcelona» y sus propuestas son las únicas que tienen en cuenta la especificidad navarra. Arremetió con más dureza contra Ciudadanos por presentar el fuero como un privilegio porque conviene a la estrategia de Albert Ribera a nivel estatal.

Esparza insistió en que en las elecciones del domingo se elegirá el Parlamento y los ayuntamientos navarros. «En las papeletas no aparecen los nombres de Mariano Rajoy, Pedro Sánchez o Pablo Iglesias. Cuando llegue ese momento, ya hablaremos», destacó.

Por ello, hizo un llamamiento a los votantes de partidos españolistas a escoger el domingo la papeleta de UPN. «Vamos a ganar, pero la tarea es difícil. El resultado va a ser muy ajustado. Por eso os pido un último esfuerzo», insistió.

«Abstenerse es votar por el independentismo vasco», advirtió Esparza en su intento de recoger el voto españolista. «En las elecciones generales se puede votar lo que se quiera, pero en estas se debe votar UPN», destacó.