Philippe Gilbert logró ayer la victoria en la duodécima etapa del Giro con final en el Monte Berico, donde Contador sumó los seis segundos de bonificación de la segunda plaza y dejó en evidencia la debilidad que trasmite en las últimas jornadas su más inmediato perseguidor.

Fabio Aru apenas perdió ocho segundos en la línea de meta, pero lo más significativo es que entró en el puesto 26 de la etapa un día después de que tampoco pudiera seguir a Contador en la aceleración que lanzó en la última subida antes de llegar a Imola. El madrileño da la sensación de ser el más fuerte y el italiano de ir de más a menos antes de llegar a un fin de semana en el que la larga crono de mañana de 59 kilómetros y el final en alto del domingo en Madonna di Campiglio deben marcar las primeras diferencias importantes.

Los escasos 1.200 metros de ascenso del Monte Berico, un puerto de cuarta, bastaron para que Aru no pudiera seguir la rueda de Contador en lo que es una tendencia en este Giro en el que muy poca dureza ha bastado para dejar en evidencia quién es el más fuerte en cada momento. Astana lo fue en la primera semana con un Aru poderoso con el calor y ayer fue Contador el mejor entre los favoritos bajo la lluvia, entre los que Ion Izagirre da la sensación de ir a más en su línea de todas las grandes vueltas. El de Ormaiztegi es un corredor que recupera como ningún otro de sus esfuerzos y la crono de mañana debe confirmar esa tendencia al alza en la general.

También su compañero Beñat Intxausti volvió a responder ayer al sumar puntos en los tres puertos de la jornada y afianzar su liderato de la montaña mientras que Landa entró décimo en la etapa y fue el mejor de los Astana que disputan la general.

Una etapa dura

Hubo diferencias en la meta porque la etapa resultó dura, con la lluvia y unas temperaturas mucho más bajas que las que agradeció Aru en la primera semana. El comienzo de la etapa resultó infernal, sin formarse la escapada en una primera hora en la que se recorrieron 52 kilómetros y hubo que esperar 70 para que se marcharan por delante cinco corredores: Gretsch (Ag2r), Elissonde (FDJ), Van der Lijke (LottoNL), Appollonio (Androni) y Barbin (Bardiani).

Apenas pudieron alcanzar dos minutos de ventaja y a 60 de meta fueron atrapados. En los últimos kilómetros la batalla fue constante y el ataque más significativo fue el de Pellizotti. que empezó la subida final al Monte Berico en compañía de Kangert. También lo intentó Ion Izagirre, pero Philippe Gilbert atacó desde lejos y abrió un hueco que le permitió lograr la victoria en su primera participación en el Giro.

Contador, con confianza

Alberto Contador trasmitió en la línea de meta su satisfacción porque «me he sentido muy bien, con confianza. A 50-60 kilómetros de la meta he visto que Aru no estaba bien. Hemos rodado durante dos horas a 50 de media bajo la lluvia y se acaba por pagarlo. Mis lesiones mejoran, cada día estoy mejor. La crono del sábado no la he estudiado al detalle, pero esta noche –por la de ayer– mi mecánico montará la bici de la crono en la habitación para que ensaye la posición. No es el mejor escenario para correr en una posición que no es la más adecuada desde el punto de vista aerodinámico, pero espero hacer una buena crono».

Aru señaló que «me ha faltado azúcar en el final. Ha sido una etapa dura y no he podido alimentarme. Ha sido un error que he pagado y me he encontrado en dificultad. Pero no estoy inquieto, quedan nueve etapas y cualquiera puede tener un día malo». GARA