Jon Azua defendió ayer ante la Ponencia de Autogobierno del Parlamento de Gasteiz la viabilidad y mejor posicionamiento en el ámbito del desarrollo económico, social y de bienestar de los países pequeños, del tamaño de Euskal Herria. Aseguró que «en situaciones de crisis, los países que mejor responden a las necesidades económicas son las unidades menores, por su sencillez y masa gestionable». Y para apoyar sus afirmaciones se basó en una abundante bibliografía y declaraciones de premios Nobel y organismos internacionales.

Vicelehendakari primero de Asuntos Económicos entre 1991 y 1995, empresario y miembro de gabinetes internacionales de prospectiva económica, Jon Azua recordó a la Ponencia que a título personal, «si yo tuviera que optar, quiero una Euskadi independiente, tan soberana como los 27 estados de la UE».

Pero entendió que su aportación a los trabajos de la Ponencia debía tener un contenido más académico o profesional. Desde ese punto de vista apuntó que la nueva economía que se está proyectando a nivel mundial y la sociedad del bienestar precisan de una adaptación local que debe hacerse a través de un nuevo estatus político para nuestro país. Jon Azua sostiene en este sentido que «Euskadi necesita dotarse del mayor número de estructuras de Estado de futuro».

Bilateralidad y unilateralidad

Jon Azua defendió el concepto de relación bilateral con el Estado, de forma que en el futuro no fueran posibles actuaciones unilaterales del Gobierno español que recorten las competencias de la CAV, como ha ocurrido con buena parte de los sesenta decretos-ley aprobados en lo que va de legislatura.

Pero en relación a los elementos necesarios para tener esas estructuras de Estado de futuro, Azua dejó en manos de los parlamentarios una relación de 22 instrumentos que serviría para responder a los nuevos desafíos y que contemplan actuaciones que superan «el tradicional debate o asimilación de autogobierno con transferencia de competencias».

Propone que el nuevo estatus debería recoger la presencia en organismos internacionales, tanto políticos, diplomáticos como económicos. Asumir la gestión del Régimen Económico de la Seguridad Social, lo que supondría, por ejemplo, el pago de las pensiones. Actualización permanente del Concierto Económico y un espacio socio-laboral propio. Propone también un régimen universitario propio y diferenciado y un sistema vasco de Educación sin leyes básicas que uniformicen. Y competencia plena en la función pública.

En definitiva, Jon Azua recoge un catálogo de medidas a introducir en el nuevo estatus que hacen que de facto se actuara como un país independiente en todas las áreas de la economía, la política social y la cultura.

Para el Estado quedarían pocas competencias más que la de Defensa.

 

Fin de la primera fase y sin fechas para los debates

Con la comparecencia de Jon Azua se cerró ayer esta fase de la Ponencia de Autogobierno. Ahora queda en manos de los servicios parlamentarios hacer una síntesis de lo escuchado. También faltan por recabar los diversos informes que se han solicitado a distintas instituciones, y que van desde la cuantificación de los costes que está teniendo para la CAV que el Estado no haya transferido todavía todas las competencias previstas en el Estatuto a otro pedido a Madrid sobre los perjuicios de la independencia.

Estos trabajos no estarán listos antes del verano. Luego vendrían los debates a puerta cerrada entre los partidos para hacer un dictamen. En esa fase llegarán las elecciones a Cortes españolas, que supondrá un parón hasta 2016, año de las próximas autonómicas.I.I.