Jon ORMAZABAL
Pelota

Nadie terminó plenamente satisfecho con el material

Mikel Urrutikoetxea fue el más disgustado al apreciar que nueve de las diez apartadas eran «sosas».

A pesar de que fue Asegarce la que suministró todo el tote entre el que Juan Mari Juaristi hizo su elección de cara a la semifinal del Manomanista a disputar este sábado en el Labrit iruindarra, ni Oinatz Bengoetxea ni Mikel Urrutikoetxea regresaron satisfechos a casa tras separar las cuatro con las que se disputarán el pase a la final. Eso sí, las quejas de uno y otro fueron diametralmente opuestas, ya que el de Leitza mostró su temor a que una de las escogidas por el de Zaratamo pueda adquirir un bote excesivo, mientras que el vizcaino apreció muy poca variedad en el cestaño, gustándole solo una de un lote a su entender con poca salida de frontis.

Nunca ha sido Mikel Urrutikoetxea un pelotari demasiado expresivo, pero ayer no pudo ocultar su disgusto, ni en su rostro al probar el material junto a Josetxo Areitio y Pablo Berasaluze, ni cuando fue preguntado al respecto. «Si dijese que me han gustado, mentiría. De diez que había para elegir, nueve me han parecido muy bajas, no salían del frontis. Al final había una bastante bonita para mi estilo de juego pero las otras nueve me han parecido parecidas y sosas, de las que se quedan en el frontis», se lamentó.

Las tácticas de cara al sábado parecen meridianamente claras y el de Zaratamo entiende que la inmensa mayoría de las pelotas que se encontró favorecen el saque-remate que buscará Oinatz Bengoetxea, mientras que echó en falta otro material que pueda beneficiar su potencia, con la que pretende tener al de Leitza lo más lejos posible del frontis de la Bombonera.

Temor de Oinatz

Curiosamente, su queja se produjo poco después de que Oinatz Bengoetxea mostrara su temor por una pelota de las dos escogidas por su rival, pero por todo lo contrario. Eso sí, el campeón del Parejas no fue demasiado incisivo en su crítica.

«A mí las mías me han gustado, pero teniendo en cuenta que las pelotas en este frontón cogen mucho bote cuando se gastan, una de las escogidas por Mikel me parece que puede terminar siendo demasiado. No es exagerada, pero habrá que ver cómo evoluciona y me da miedo esa pelota, pero es lo que hay», declaró el delantero navarro.

El de Leitza entiende que Mikel Urrutikoetxea eleva el listón de exigencia al que le han obligado Joseba Ezkurdia y Julen Retegi, que le han hecho sudar la gota gorda en las dos eliminatorias previas y entiende que, tras haber demostrado grandes cualidades desde siempre y haberse confirmado como una alternativa real en los últimos manomanistas, este año ha dado «otro golpe más». «Es un gran pegador y tiene una facilidad increíble para jugar mano a mano en largo, aparte de que rematando está mejor que nunca y ha aprendido mucho estos años. Pero sobre todo esa facilidad que tiene de sacar la pelota de todos los sitios y ponerla muy atrás es su mayor don. Está claro que querrá tenerme cuanto más atrás mejor y yo trataré de estar lo más adelante posible», explicó con humildad.

Eso sí, tras haber tenido que afrontar su debut en el Manomanista sin tiempo para prepararse por la final del Parejas, dice haber ido a más en estas cuatro semanas. «Creo que estoy mejor que en el primer partido. En los dos partidos di el máximo, creo que no podía jugar más, y estoy muy satisfecho con ellos pero ahora he descansado un poco más y puedo estar mejor. Me hacía falta porque física y mentalmente estaba bastante cansado», reveló.

Finales en Zaramaga y semifinales en Mallabia

Intensa jornada la de hoy en el campo aficionado, con la disputa de las finales del XLI Zaramaga Txapelketa en Gasteiz y las semifinales del Biharko Izarrak de Mallabia.

En la capital arabarra, los pelotaris del herrialde gozarán de bastante protagonismo con una pareja en la final de juveniles y otra en la de seniors. En la final de mayores, Jauregi, de Maeztu, y Hegoi Azpiazu, del club organizador, se medirán a la solvente pareja de Markina formada por Azpiri y Pujana. No hay un favorito claro entre dos parejas de lustre, clase y pelea. En el caso de Azpiazu, esta final supone un espaldarazo anímico tras estar prácticamente un año prácticamente en blanco por una lesión en el hombro.

Por su parte, el Biharko Izarrak conocerá hoy a sus finalistas, con la disputa de sus dos semifinales.J.O.