LOS ARBOTANTES Y LAS VIDRIERAS DE LA CATEDRAL DE BAIONA SE REJUVENECEN
ACOMPAñANDO LOS ARBOTANTES DE LA CATEDRAL DE BAIONA, AYER SE DESCUBRIERON A LA PRENSA LOS SECRETOS DE LA RESTAURACIÓN QUE TERMINARÁ A FINALES DEL 2017. EN LAS ALTURAS GÓTICAS LOS PILARES ESCULPIDOS MOSTRARON SUS CUMBRES DAñADAS POR EL TIEMPO Y LA INTEMPERIE Y FUERON SUSTITUIDAS POR NUEVAS.

Las labores de construcción del símbolo de la ciudad labortana, la catedral de Santa María, empezaron en el XII y finalizaron en el XVI.
Ayer tuvimos la oportunidad de subir a lo alto y ver in situ, sobre los andamios que la rodean, el evidente paso del tiempo. De la mano de los arquitectos que dirigen la obra de restauración de la fachada sur, se descubrió el trabajo de siglos de la mano de artesanos y artistas. Observando de cerca las puntas afiladas de los pilares que dan al arte gótico ese aire de ligereza, quedaron en evidencia los daños efectuados por el paso del tiempo y la exposición a los fenómenos meteorológicos.
La última restauración de la catedral data del siglo XIX. A partir de ahí la historia de las piedras esculpidas es más evidente. Ya en el 1860 se tuvieron que sustituir varias puntas, y ha sido necesario hacerlo de nuevo este año.
El arquitecto Stephan Thouin explicó durante la visita de ayer que debido a las características de la piedra arenisca y la exposición de la catedral se deteriora con gran facilidad. El arquitecto jefe Patrick Lemaitre añadió a este respecto que el templo debe ser renovado cada 150 años.
Es por ello que Valerie Tatin Sauzet, la artista que ha esculpido las piedras, se encontraba en ese momento reemplazando una de las puntas con los artesanos. Destacó la carga histórica del trabajo realizado en la catedral: «Estas esculturas que ahora estamos poniendo servirán de modelo para la próxima renovación».
Vidrieras y pinturas
Además de la piedra también están siendo restauradas las vidrieras de la catedral Santa María. A la altura donde se acaban los arbotantes podían verse vidrieras de colores en algunas ventanas, pero también plásticos rígidos que cubrían toda la superficie de manera hermética. Una visión no muy artística que queda escondida al visitante de la catedral, ya que en el interior se han sido sustituídas por trampantojos o “ilusionismo arquitectónico” para que su falta no sea visible. Mientras tanto los vidrios están en un taller de Dijon recuperándose de los “cráteres” del tiempo con las que han sido dañadas.
Las obras no se limitarán a la fachada sur. La renovación del campanario de la torre finalizará este año y después comenzará la restauración de la girola o deambulatorio y de las obras pictóricas de las cinco capillas que lo rodean.
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