Jon ORMAZABAL
Pelota

Un clásico para una final con cierto grado de urgencia

Desde 2003, cuando Martínez de Irujo apenas llevaba un mes de profesional, el de Ibero y Olaizola nunca habían llegado a San Fermín sin ninguna txapela.

Sin estar entre los tres grandes objetivos del calendario de los manistas profesionales, el Cuatro y Medio de San Fermín es quizá el cuarto torneo en el escalafón y, simplemente el poder jugar el día 7 de julio en el Labrit es motivo de alegría para todos los pelotaris de Nafarroa. Aimar Olaizola y Juan Martínez de Irujo vuelven a enfrentarse este año –en 2014 la final la disputaron el de Goizueta y Ezkurdia tras la renuncia del de Ibero con problemas en su mano–, pero la edición de este año tiene además ciertas urgencias para los dos números uno de cada empresa, que arrastran ya ciertas premuras tras mucho tiempo sin catar txapela para lo que en ellos es habitual.

De hecho, la de este año es, desde 2003 –el de Aspe debutó en junio–, la primera vez en la que el de Goizueta y el de Ibero se presentan a la primera gran feria estival sin que ninguno de los dos hubiera conseguido algún título, ya fuera en el Manomanista o el Parejas. Desde que el de Ibero se estrenara con triunfo en el Manomanista de 2004, hasta el triunfo de este año de Urrutikoetxea, solo Xala, en 2011, y Oinatz Bengoetxea, en 2008, habían logrado acabar con esa especie de duopolio ejercido por Martínez de Irujo y Aimar Olaizola, pero fueron justo esos dos años en los que el delantero de Asegarce se hizo con sus dos únicas txapelas del Parejas, junto a Begino en 2011, en la primera gran final del Bizkaia, y con Oier Mendizabal en 2008, en el Ogeta gasteiztarra.

Olaizola II jugará infiltrado

Esa ausencia de grandes triunfos –su victoria en el Cuatro y Medio de San Fermín de 2014 es la última– es quizá uno de los motivos que lleva a Aimar Olaizola a asumir ciertos riesgos y no renunciar a la final a pesar de que las placas a las que fue sometido el domingo confirmaran que tiene una rotura en la tercera falange de su zurda.

«En condiciones normales quizá no jugaría, pero para mí es un partido bonito y teniendo en cuenta que después de San Fermines tengo 10 o 12 días de descanso, he hablado con la empresa y jugaré», señaló el pelotari al poco de salir de la clínica.

El de Goizueta explicó que, al ser en la punta del dedo, el dolor y las molestias a la hora de jugar son mucho menores que las que llevaron a Oinatz Bengoetxea, con una rotura en una zona más baja, a renunciar a la final Manomanista, pero que tendrá que infiltrarse, tanto para jugar la final del Cuatro y Medio como para el torneo de parejas, al que tampoco renunciará a no ser que las sensaciones este mediodía sean muy malas.

En principio, los doctores le han comentado que no existe ningún riesgo de que la lesión vaya a más, por lo que el pelotari tiene pensado parar en torno a dos semanas en las vacaciones pactadas para después de la feria iruindarra.

El estado de su mano condicionará una final de pronóstico muy incierto. Los dos pelotaris sufrieron muchísimo para deshacerse de Arretxe y Ezkurdia en semifinales, a Irujo le cuesta más amoldarse a la distancia, pero parece llegar más entero a un partido muy atractivo.

Koteto Ezkurra, 25 años en la brecha

El día de San Fermín será testigo del inicio del Torneo del mismo nombre, en el Euskal Jai de Uharte, con un festival realmente especial. Se jugará la primera semifinal con un duelo en el que serán protagonistas Ezkurra y Urriza. El delantero de Doneztebe tendrá a Endika como acompañante y el de Iruñea lo hará junto a Barrenetxea IV.

Koteto Ezkurra recibirá un homenaje por sus 25 años como profesional; debutó un 6 de julio de 1990, y para Urriza será el segundo encuentro tras una lesión en la rodilla izquierda que le ha tenido parado ocho meses. 

Urriza y Barrenetxea IV jugaron juntos el pasado sábado y, aunque perdieron, dieron buen espectáculo y jugaron un buen partido. Forman una pareja potente, pero no son menos fuertes Ezkurra y Endika. Hay muchas ganas de ver enfrentarse a dos campeones de la talla de Ezkurra y Urriza, algo que no ocurre desde hace mucho tiempo.J.O.