Ha costado pero ya es oficial y no oficioso. Armindo Tué Na ‘Bruma’ se vistió ayer de txuri urdin por primer vez en Zubieta, saludó a sus nuevos compañeros, a su nuevo técnico y a sus nuevos aficionados, con los que no dudó en firmar camisetas, fotografiarse con los típicos selfies, chocar las manos, posar con la bufanda realista... Después, primera sesión en el verde bajo el calor, ducha y foto protocolaria con el presidente y el director deportivo para escuchar sus escuetas primeras impresiones. «La Real es un equipo que ayuda a crecer a los jóvenes», se congratuló el futbolista de origen guineano y nacionalizado portugués, que reconoció esta cesión significará en lo personal «un paso grande para seguir creciendo en el fútbol».

Parece que se junta el hambre con las ganas de comer, una Real necesitada de movilidad arriba y un jugador joven y con ganas de empezar a ganarse los halagos que de su futuro deportivo se hacían. Un «orgullo» jugar en una liga como la española, vino a decir, donde tendrá más proyección que en la turca, agradecido por el recibimiento que le hicieron los componentes de la plantilla y convencido de que «puedo ayudar con mi velocidad» y que la Real le hará mejorar a él. «Espero ayudar al equipo a conseguir los objetivos», declaró.

Bruma fue escoltado en este acto por el presidente Jokin Aperribay, quien apuntó, tras darle la bienvenida, que se trata de un jugador que interesaba desde hace mucho tiempo y reveló que fueron a por él «a mediados del mes de junio». Por su parte, el director deportivo Lorenzo Juarros desveló que seguían al jugador luso «desde los 17 años» –ahora tiene 20– y destacó que con su cesión a la Real «se buscaba su velocidad para desbordar por la banda, algo que faltó al equipo en algún momento el año pasado».

La pasada temporada, en el Galatasaray, participó en 33 partidos y firmó tres goles. En el cuadro turco ha ganado este año la Liga y ha alcanzado la final de la Copa.

El último portugués en jugar con la Real había sido Fabio Felicio, en la campaña 2006-07. Bruma será el sexto. El primero fue José María Gomes Bravo, en la temporada 1947-48, quien jugó tres años en el club, y fue clave en el ascenso logrado en la temporada 48-49, en la que marcó 13 goles. Con posterioridad, en la década de los noventa llegaron Oceano (107 partidos), autor del último gol en Atotxa, Carlos Xavier (109) y Ricardo Sa Pinto (77).

Nada sobre Joel Campbell

«Nuestras prioridades eran traer un jugador de banda y un central, y así lo hemos hecho», se felicitó Aperribay. La llegada de Bruma no será la única. Se espera también al defensor mejicano Diego Reyes, con el que, según Loren, el equipo potenciará «firmeza y altura atrás» –1,89 de altura la del jugador del Porto– y tendrá que competir con Iñigo Martínez, Jon Ansotegi, Mikel González y Raúl Navas. El presidente Aperribay fue más allá en las explicaciones sobre los planes del clubes respecto a fichajes y aclaró respecto a uno de los nombres que más ha sonado que «no hay conversaciones con el Arsenal por Joel Campbell. Es posible que se abran conversaciones, pero no es fácil que venga y también tenemos que ver cómo va la pretemporada».

Respecto a Gero Rulli, presidente y director deportivo manifestaron haber estado siempre tranquilos. «Quería seguir en la Real», dejó claro el primero. «Había firmado antes de irse de vacaciones», añadió. Respecto a Finnbogason, «estamos valorando posibilidades», fue lo máximo que dijo Loren.