Adaptación del libro del periodista Michael Finkel, que tras ser expulsado del “New York Times” por mala praxis profesional, encontró una oportunidad de redención en el caso de un parricida que había suplantado su identidad antes de acabar en la cárcel. Las entrevistas entre el reportero y el reo van pasando del drama carcelario al judicial, por lo que el duelo interpretativo entre Jonah Hill y James Franco resulta un tanto extraño, al verlos alejados de sus habituales comedias gamberras hechas entre colegas. El primero se adecúa mejor.