Romain Bardet logró la victoria ayer en la segunda etapa alpina con final en Saint Jean de Maurienne al dejar en la escalada del Glandon al resto de los integrantes de la fuga de la jornada y llegar a meta con 33 segundos sobre Rolland y tres minutos sobre el grupo de favoritos.

Los ocho primeros de la general llegaron juntos a meta y no hubo más cambios en la general que la entrada de Bardet en el Top 10 en detrimento de Barguil, aunque el que corre más peligro es Mollema, que ayer fue el más débil entre los diez primeros de la general.

Bardet culminaba así su remontada después de que tocó fondo en las dos primeras etapas de los Pirineos. Llegaba a Utrecht con la intención de confirmar su sexta plaza en la general del año pasado, pero llegó muy descolgado en Saint Pierre de Saint Martin y en Cauterets, de donde salió vigésimo en la general a 22:07, a quince minutos de la décima plaza. Pero empezó a entrar en escapadas, fue tercero en Plateau de Beille y en Mende, y ayer se coló en el Top 10 a pesar del fuerte trabajo de Giant y Trek para impedir que cogiera ventaja la fuga del día.

Pelea por la montaña

Bardet no solo se metió en la pelea por el Top 10 de la clasificación general, sino que además está empatado a 68 puntos en el liderato de la montaña junto a Joaquim Rodríguez, con cuatro de ventaja sobre Fuglsang, siete a Froome y trece a Pauwels. Es una de las mayores emociones que le queda a la carrera.

El catalán vestirá hoy el maillot de lunares, el objetivo que dejó claro ayer en su entrevista a GARA, después de pelearlo desde el primer kilómetro porque la etapa comenzaba con la dura subida a Bayard, que formó la escapada de la jornada.

Fue Rolland el que se fue con el catalán y Arredondo de salida y poco a poco se unieron corredores hasta formar un grupo de 29 en el que entraron dos vascos, Jonathan Castroviejo y Romain Sicard.

La presencia de Bardet y Rolland llevó a Giant y Trek a tirar para que la diferencia no aumentara y eso provocó que la subida de Glandon hiciera daño en el pelotón. Fue en el puerto más duro de la jornada en el que atacó Bardet para lograr la victoria y allí sufrió Valverde, que se quedó al atacar Quintana después de que lo hicieran Contador y Nibali. El murciano empalmó en el descenso y en una subida más corta y explosiva como la de Lacets de Montvernier no tuvo problemas para seguir a Nibali, el único que le atacó.

Por primera vez el murciano dio sensaciones de debilidad, no llegó a responder al ataque lejano de un tocado Contador, y ese es otro elemento que puede llevar a Movistar a defender las dos plazas de podio ante la fortaleza que trasmite Froome.

138 kilómetros y 4.000 metros de desnivel

La antepenúltima etapa del Tour presenta solo 138 kilómetros, –aunque apenas hay 18 entre la salida de Saint Jean de Maurienne y la llegada a La Toussuire–, pero más de 4.000 metros de desnivel repartidos en los cuatro puertos de la jornada. De salida se sube el col du Chaussy (1ª, 15,4 kms. al 6.3% de media con 970 metros de desnivel), luego se corona en el kilómetro 83 el puerto más duro de la jornada, el col de la Croix de Fer (HC, 22.4 kms. al 6.9% y 1.546), en el 103 el col du Mollard (5.7 kms al 6.8% y 388 metros de desnivel) y se acaba en La Toussuire tras 18 kilómetros constantes al 6.1% y 1.098 metros de desnivel. Joseba ITURRIA