Chris Froome ganará hoy el Tour después de sufrir ayer en la última subida de Alpe d’Huez con el ataque de Nairo Quintana, que aventajó al inglés en 1:20 en la meta, pero no pudo cumplir ninguno de sus dos objetivos. No ganó en una cima especial, donde se impuso Thibaut Pinot, y no subirá al cajón más alto del podio del Tour por 1:12, menos tiempo del perdido en la segunda etapa en Holanda que ayer recordó con amargura.

Se repitió la historia de hace dos años, cuando Nairo Quintana acabó el Tour mejor que Froome y le superó en la penúltima etapa de Alpe d’Huez, pero sin poder lograr sus objetivos. Entonces fue Riblon el que le impidió lograr la victoria y ayer Pinot, cuyo triunfo hizo justicia a la combatividad del tercer clasificado del año pasado, que supo dar la vuelta a una primera mitad de carrera desastrosa y en el Macizo Central y en los Alpes ha estado en casi todas las escapadas y encontró ayer su victoria.

Premió a todo su equipo, porque Alexander Geniez se escapó en el primer kilómetro y fue capaz de ayudar a su líder en la subida final para lograr un triunfo que el FDJ quiso dedicar a Bonnet, el primero en ir al suelo en la caída más dura de este Tour.

Movistar lo intentó

Movistar no se limitó a esperar a la última subida para intentar desbancar al líder. Lo intentó con ataques de Valverde y Nairo Quintana en la primera ascensión de la Croix de Fer, en la que dejó a Froome sin compañeros, pero el inglés consiguió empalmar con los dos líderes del equipo de Unzue, que no quisieron dar continuidad a su ataque.

Luego Movistar mandó por delante a Winner Anacona en una escapada formada en ese parón, en la que entró Thibaut Pinot, a la postre ganador de la etapa, y en el inicio de la subida final a Alpe d’Huez Valverde volvió a marcharse por delante y Nairo Quintana salió después para mostrar las mayores debilidades de Froome en este Tour. Pero al colombiano le faltó más ayuda de Valverde, que apenas tiró de él unos centenares de metros. No se vació en beneficio de sus compañeros y reservó energías para defender su tercer puesto y fue capaz de llegar a la meta junto a Froome. Subirá al podio final del Tour por vez primera en su carrera, lo que le hizo llorar de alegría en la meta, pero ayer recibió muchas críticas por no ayudar más a Quintana para lograr su objetivo.

En las dos ocasiones en las que preparó el ataque de Quintana acabó a rueda suya y se le reprochó por no sacrificarse en la bajada de la Croix de Fer para impedir que llegaran por detrás los compañeros de Froome. Pero Nibali iba con ellos y no quiso perder la tercera plaza sin garantías de lograr la primera.

Gran trabajo de Poels y Porte

El parón de Valverde y Quintana permitió llegar desde atrás a los corredores del Sky, que ralentizaron el ritmo y permitieron que Froome, Poels y Porte llegaran frescos a la última subida. El holandés respondió a los primeros ataques de Quintana y luego marcó un ritmo adecuado para que Froome nunca temiera por perder el amarillo.

Anacona también ayudó a su líder en la mitad de la subida final, pero no fue suficiente ni para ganar la etapa, le faltaron 18 segundos, ni para alcanzar la primera plaza porque Froome tenía un margen que le permitió aguantar al máximo a rueda de Poels y Porte y después incluso recuperar algo de tiempo en los últimos kilómetros.

 

Traslado y paseo en París más tarde de lo habitual

La última etapa será un paseo a París de solo 108,5 kilómetros y comenzará más tarde de lo habitual porque todos los corredores durmieron ayer en Alpe d’Huez y se desplazarán en autobús y en avión hoy a los alrededores de París. Por eso empezará la etapa a las 16:35, más tarde de lo que acabó ayer, y terminará a las 19:00 tras diez vueltas al circuito de los Campos Elíseos, donde se espera que los sprinters se disputen la última victoria.

Será un paseo por París que será bien recibido por todos los corredores porque han llegado muy justos al final tras una carrera en la que no habido etapas de recuperación. El recorrido ya era muy montañoso y el ritmo y el calor han hecho estragos. Por eso ayer casi todos los corredores, menos Nairo Quintana, se dedicaron más a mantener los puestos que a intentar ganar alguno. Los veinte primeros de la general conservaron la misma posición que ocupaban la víspera, con un meritorio duodécimo puesto de Samuel Sánchez en su vuelta al Tour.

Jonathan Castroviejo será el primer vasco en la general final, 24º, que tiene más valor por no disputarla. Ayer volvió a tirar en el primer grupo hasta la subida a Alpe d’Huez. Subirá al podio de hoy de París como todos sus compañeros al ganar Movistar la general por equipos con 57 minutos de ventaja sobre el Sky.Joseba ITURRIA