Seis jóvenes graves tras quedar «decapitado» el autobús en un túnel
Un autocar que llevaba a 53 jóvenes vascos a Ámsterdan sufrió un grave accidente en Lille tras entrar en un túnel demasiado bajo. Seis de los viajeros resultaron heridos críticos, aunque su situación se ha estabilizado y 18 seguían ingresados. El chófer, que dio negativo en los test, admitió haberse fiado del GPS sin prestar mucha atención a la ruta.

Un autobús que transportaba a 53 jóvenes de entre 18 y 25 años de Bilbo, Donostia y Gasteiz a Ámsterdam sufrió un grave accidente en la madrugada de ayer junto a Lille, en el norte del Estado francés, con un balance de seis heridos graves y quince leves. Dos estaban especialmente graves. Se trataba de un chico con traumatismo craneal y de una joven con traumatismo abdominal. Según el último parte del Hospital Universitario de Lille, ofrecido a media tarde de ayer, para entonces no había ninguna víctima en estado crítico.
Este mismo balance precisó que de las 35 personas atendidas allí a lo largo del día, 17 fueron dadas de alta, 18 permanecían hospitalizados, seis se encontraban graves pero estables y otras ocho sufrían heridas leves. El hospital, a la vista de la situación, abrió una unidad que mantenía cerrada y médicos y enfermeros suspendieron sus vacaciones para atender a los heridos.
El siniestro, en el que iban 53 estudiantes vascos, dos conductores y cuatro acompañantes, tuvo lugar a las 05.29 hora local cuando el autobús, de una planta y operado por la agencia bilbaina Viajes Livingstone, quedó «decapitado» e incrustado en mitad de un túnel de 2,6 metros de altura en el Grand Boulevard de la periferia de Lille, a la altura del municipio de La Madeleine. El autobús tenía una altura de 3,65 metros de altura y trece de largo.
Que el límite es de 2,6 metros está indicado de forma nítida, y antes hay un pórtico de prueba que ya ha sido derribado varias veces. Por lo tanto, su efectividad es dudosa.
Precisamente, desde diciembre ha habido cuatro accidentes similares en ese mismo lugar; el último en junio, con una furgoneta cuyo conductor no vio los paneles que indican la altura máxima permitida en el paso. «Hemos visto a muchas furgonetas chocar pero es la primera vez que sucede con un autobús», dijo a France Press Christian Janssens, vicealcalde del municipio.
El presidente del consejo departamental de Lille, Jean-René Lecerf, aseguró que la zona donde se produjo el siniestro cumplía con la normativa pero admitió que carece de medidas de seguridad suficientes.
Los dos chóferes pasaron el control de alcoholemia y de sustancias estupefacientes con resultado negativo y el conductor que llevaba el vehículo cuando ocurrió el siniestro admitió durante su interrogatorio ante la Fiscalía de Lille, que ha abierto una investigación por «heridas involuntarias», haberse fiado del GPS sin prestar suficiente atención a la ruta.
Al parecer, el chófer se perdió y se vio obligado a entrar en el centro del municipio y usar un camino alternativo para volver a su ruta.
La mayoría vuelve hoy a casa
En una comparecencia ofrecida ayer por la consejera de Seguridad de Lakua, Estefanía Beltrán de Heredia, aseguró que los hospitales de Euskal Herria están preparados para recibir a las víctimas, si bien estas no serán trasladadas desde Lille hasta que así lo ordenen los servicios hospitalarios franceses.
Mientras, tanto los viajeros que han sido dados de alta como los que salieron ilesos volverán hoy a sus casas, después de tomar un tren hasta París, desde donde cambiarán de estación para coger también en la capital francesa el que les llevará a Euskal Herria.
El transporte ha sido organizado por la embajada española en el Estado francés en coordinación con el Gobierno de Lakua. Fuentes diplomáticas añadieron que desconocen todavía el horario exacto del viaje.
Los jóvenes no hospitalizados pasaron el día de ayer y también la noche en un polideportivo habilitado en el municipio de La Madeleine, cercano al lugar de los hechos, donde en un primer momento se levantó una célula de atención urgente médico-sicológica.
Los jóvenes están todavía «impresionados» por lo sucedido, pero «más tranquilos», según las fuentes. Una de las viajeras describía la escena como «un horror» por la sangre y las heridas que mostraban algunos de los jóvenes. Agradecían igualmente el trato y la atención que estaban recibiendo en el polideportivo, desde donde estaban al corriente del estado de salud de sus compañeros ingresados en el hospital.
Un viaje de una semana alojados en un camping de Ámsterdam
El viaje que ha concluido con el accidente había comenzado este sábado en Bilbo, desde donde el autobús se desplazó hasta Donostia para recoger a más viajeros. En total, los jóvenes tenían previsto pasar seis noches alojados en un camping o bungalows.
La empresa Viajes Livinsgtone cuenta con 18 años de experiencia en el sector, según refleja en su página web, y todos los jóvenes contaban con seguro de viaje y cobertura médica. El precio más barato del viaje ascendía a 199 euros y el regreso estaba previsto para el próximo 1 de agosto.
Entre el pasado 17 y 24 de julio la empresa había organizado un viaje de idénticas características.
El vehículo siniestrado pertenece a la compañía Alba de Bermeo, aunque la organización del viaje correspondía a la empresa Viajes Livinsgtone.
Miembros de la agencia también viajaban en el autobús siniestrado pero no sufrieron heridas. Según difundió ayer EiTB, su prioridad es que los jóvenes hospitalizados se recuperen cuanto antes de sus lesiones y puedan regresar a sus casas. Admitían estar destrozados por lo ocurrido. GARA

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