Iñaki Uriarte
Arquitecto
90 AÑOS DE LA INAUGURACIÓN DE LAS COLONIAS DE SUKARRIETA

Colonia Infantil Nuestra Señora de Begoña en Sukarrieta

Hoy hace 90 años, el 13 de agosto de 1925, se inauguró la Colonia Infantil Nuestra Señora de Begoña en Sukarrieta en un paraje natural de enorme belleza en la cuenca del río Oka, junto la desembocadura de la ría de Gernika-Mundaka.

Poco después se amplió con un edificio en 1929 y de nuevo años más tarde se construyó otro con tratamiento formal idéntico a los anteriores. Anexo se elevó una torre a modo de observatorio con reloj que singulariza el conjunto.

Posteriormente, en 1935 se adquirieron más terrenos con un inusual criterio urbanístico proteccionista, evitar que posibles construcciones alterasen el admirable equilibrio entre arquitectura y entorno natural. De nuevo en 1942 se compraron otras tierras hasta los 78.000 m2 actuales, con una zona agropecuaria y arbolado para dedicarla a más vegetación, área de cultivo y zona deportiva.

Este es uno de los ejemplos más brillantes de inserción de una arquitectura educativa de gran calidad en la naturaleza que a la vez le proporciona una recualificación paisajística; el edificio se congratula de su entorno. Esta brillante conjunción para usos que se mantienen tantos años después es ya en sí mismo un bien cultural de indudable valor.

Desde 1982 la Colonia se dedica a la formación medio ambiental para divulgar a la infancia el aprecio, respeto y aproximación a la naturaleza y el equilibrio ecológico. Actividad sin parangón en Euskal Herria lo que le otorga una importancia excepcional.

La Colonia Infantil de la BBK (Kutxabank) es una obra social de extraordinaria importancia en el ámbito educativo. Por sus características reúne las suficientes cualidades para hacerla merecedora de su reconocimiento como patrimonio cultural fundamentadas en los valores: histórico, científico, social, sentimental, arquitectónico, urbanístico y paisajístico.

En 2010 se inició una campaña político mediática basada en intereses mercantiles por su privilegiada ubicación para la construcción de un museo Guggenheim que suponía una premeditada y dolorosa desacreditación del citado conjunto arquitectónico para lograr su destrucción, posteriormente disimulada como rehabilitación. Previamente a esta intención, fruto de información privilegiada ya se habían producido movimientos especulativos de compra de terrenos en la comarca para transformarla en una gran zona residencial con hoteles, apartamentos, chalets, restaurantes, puerto deportivo, campo de golf, etc.

En estas circunstancias, el 12 de abril de 2010 solicité a Eusko Jaurlaritza que la actividad de la Colonia fuese declarada Bien Cultural Inmaterial y el recinto con los edificios Conjunto Monumental Arquitectónico, Urbanístico y Paisajístico.

Proceso que culminó con la Orden de 28 de marzo de 2011 cuando se inscribe en el Inventario General del Patrimonio Cultural Vasco la Colonia como Bien Cultural, con la categoría de Conjunto Monumental. Era la época del Gobierno vasco español del PSOE.

Esta calificación fue sorprendente, decepcionada e irracionalmente denunciada por la Diputación de Bizkaia (PNV) ya que impedía las especulativas intenciones previstas que planteó recurso en el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco. Tiempo después se conoció la sentencia de 20 febrero 2013, que con razonamientos burocráticos rutinarios, prescindiendo del interés general se falla “Declarando la Caducidad del Procedimiento y su Archivo”.

Sorprendentemente, Eusko Jaurlaritza, de nuevo con gobierno de PNV, se vio satisfecho con esta resolución. Facilitaba su operativo mercantilista y sospechosa, sino prevaricadoramente, no ejerció su derecho al Recuso de Casación.

Una insólita situación que revela la precariedad cultural que ha desarrollado el anterior Diputado General José Luis Bilbao y especialmente la nefasta por dañina y perversa gestión del patrimonio por la diputada Josune Ariztondo en dos legislaturas al servicio no de la cultura sino del PNV.

Ante esta circunstancia a iniciativas presentadas por el PP y EH Bildu en la Comisión de Cultura de Eusko Legebiltzarra compareció la consejera Cristina Uriarte el 26 de junio de 2013. Fue decepciónate evidenciando un precario conocimiento del significado del patrimonio cultural, rehuyendo de su responsabilidad.

Su débil argumento era que la protección quedaba garantizada por la Ley de Costas y la propiedad BBK. Razonamiento inaceptable e incluso ofensivo. Es un grave peligro que el legado cultural de un país pueda ser objeto de mercadeo consentido por su responsable con esta frivolidad.

La finalidad de la protección es también el reconocimiento de la validez de un innovador proyecto 90 años después. Un programa formativo desarrollado en un entorno excepcional como patrimonio inmaterial y cuya arquitectura insertada en un conjunto urbanístico coherente para esta actividad sin alteraciones en tantos años, es testimonio de que cuando se hace algo bueno en su tiempo es válido para siempre.

Por dignidad cultural es indiscutiblemente imprescindible que se proceda de nuevo a la inclusión en el Inventario General del Patrimonio Cultural Vasco de la Colonia como Bien Cultural Calificado con la categoría de Conjunto Monumental de rango Arquitectónico, Urbanístico y Paisajístico. En esta situación de desamparo es imprescindible iniciar un procedimiento de nuevo, cosa que se solicita en el día de hoy en el registro de Eusko Jaurlaritza.