GARA
Segunda División

El que meta gana, y ganó Osasuna

Competido y equilibrado partido que desniveló un gol de Berenguer en la recta final y da a los rojillos otros tres puntos de oro.

OSASUNA 1

MIRANDÉS 0


Pitido final y brazos en alto de los jugadores rojillos. Un gol de Berenguer en el tramo final del encuentro le daba la victoria a Osasuna. Tres goles a favor, cero en contra. Seis puntos de seis posibles. Genial arranque de los navarros, a pesar de que se sufrió porque el Mirandés fue un muy duro rival, tanto que el disparo que acabó en gol se coló justo por el único espacio que había, taponado por dos defensores mirandeses.

Encuentro muy igualado, sobre todo en la primera mitad. Un intento de ambos contendientes por hacerse con el control del partido, en el que Osasuna comenzó con más empuje y fue Pucko quien dio el primer susto al guardameta Raúl a los cinco minutos. La velocidad del esloveno hizo mucho daño al conjunto rival. Sin embargo, fue el equipo ‘ferroviario’ el que lanzó el primer córner del partido y que finalizó con un disparo que apenas inquietó a Nauzet.

Lo siguió intentando un Mirandés que nunca perdió la cara al choque, por medio de contraataques a través de uno de sus referentes en la delantera, el futbolista Lago Junior. Los navarros tampoco cejaban en la pugna, pero los rivales no les daban ni un metro para hacer su juego. Su ocasión más clara llegó en el minuto 17 en un contragolpe de Pucko a pase de Roberto Torres, que consiguió superar a la defensa y al guardameta Raúl Fernández en su alocada salida, pero finalmente acabó fuera. En los últimos diez minutos los de Carlos Terrazas llevaron la iniciativa y crearon peligro con las internadas de Lago Junior por la derecha, que pusieron en un serio aprieto a la defensa rojilla.

Tras el descanso, con el cambio de Miguel Flaño por Tano que se retiraba por problemas físicos, Osasuna fue más incisivo merced a la labor de Pucko, Nino y Roberto Torres. Este periodo se caracterizó por acciones de ataque de los osasunistas que, con fortuna, fueron desbaratadas por el bloque mirandés. Ninguna terminaba por concretarse y los minutos iban pasando. Los nervios en determinadas decisiones llevaban al error y esas imprecisiones terminaban por dar alas al rival. Sin embargo, los de Martín Monreal encontraron su premio. Roberto Torres se zafaba de la zaga rival dentro del área, disparaba y el rechace le caía a Berenguer que, sólo, remataba a puerta. Había saltado al verde hacía cinco minytos. El balón entraba por el único hueco que había. Un choque que llevaba la firma del empate sin goles acaba a veces como ayer, en una jugada aislada, de rebote y adentro. En este caso, la suerte sonrió a los locales.

El conjunto iruindarra tuvo opciones para sentenciar en acciones de Roberto Torres y Pucko, pero no las aprovechó y el Mirandés también se acercó con peligro a la portería local en busca de un empate que al final no logró, aunque Alex García estuvo cerca en el minuto 89.

Al final del choque, Enrique Martin Monreal hablaba de victoria sufrida: «Hoy en día no le ganas fácil ni al equipo de tu casa. Son partidos muy igualados y es básico mantener la portería cero, porque si metes un gol, ganas y si no, empatas. Hemos metido y hemos ganado”.

El técnico remarcó en cualquier caso la importancia de defender y valoró que «hemos estado serios en defensa. Se han generado espacios, pero las defensa han podido con el resto de las líneas». Ante la pregunta de si dos victorias pueden disparar la euforia, fue claro: «No. Que la gente disfrute del momento. Pero que menos que esforzarnos a tope.. Llevábamos una rachita mal y todo lo que hagamos es poco para lo que se merece la afición». Palabra de Enrique.