El adiós de un azulgrana ejemplar
Jon Errasti, único jugador eibarrés del equipo, abandona el club armero para firmar por el Spezia de la Segunda División italiana.

El Eibar es un poquito menos Eibar. Jon Errasti es, desde ayer, jugador del Spezia Calcio, con lo que la plantilla azulgrana pierde a su único futbolista local. «No dramaticeis, no se ha muerto nadie», sonreía el centrocampista antes de la comparecencia en la que se despidió oficialmente del club. Pero llegado el momento de la verdad, los ojos se empañaron y la boca se secó.
No es de extrañar. Errasti ha cumplido su sueño como futbolista, jugar en Primera, defendiendo los colores de su ciudad. Y siendo protagonista de un trienio histórico, en el que el club ha empalmado dos ascensos para llegar, por primera vez, a la máxima categoría. Un protagonismo que podía perder sobre el césped, con mucha competencia en la plantilla, esta temporada, en la que además concluía su contrato.
Por eso la oferta del equipo italiano por dos campañas ha resultado irrechazable. Aunque no lo hubiera sido en otras circunstancias, tal y como explicaba el jugador. «Cuando descendió el equipo ni me planteé dejar el club, ni mucho menos. Mi prioridad siempre ha sido el Eibar y más en ese momento. No habría propuesto esto si el club estuviera en Segunda, me habría quedado a ayudar. Si hay algún momento para poder salir e iniciar una nueva estapa es este momento. El equipo está en Primera, en unas condiciones inmejorables y todo un camino por recorrer. Con gente con mucha hambre, gente nueva, gente que lleva tiempo y va a darlo todo... Está en buenas manos y eso también te ayuda a decantarte por esta nueva experiencia. Pero si esta propuesta llega a venir en otro momento, posiblemente no estaríamos hoy aquí».
Llegó en el momento oportuno, Errasti habló con el club y no ha encontrado pegas para rescindir su contrato y probar en la Segunda italiana. Un nuevo reto que «cuesta porque no solo dejas el club, tu entorno... Vas a otra ciudad, a otro país, a otra categoría.. Seguramente lo más cómodo era seguir otro año aquí, en el pueblo, con mi gente, mis compañeros... Pero en la vida hay que tomar decisiones y en este momento creo que es lo mejor. Aquí no sé qué futuro voy a tener y allí creo que tengo mejores oportunidades, el futuro dirá si la decisión es correcta. El fútbol es una vida corta y hay que aprovechar las oportunidades», insistió.
A Italia se lleva su experiencia deportiva –en las categorías inferiores de la Real primero, y en Segunda y Primera con el Eibar después– y sobre todo la personal. «Todo lo vivido me lo llevo dentro y compartirlo con vosotros ha sido lo máximo. Seguiré siendo del Eibar aunque esté a mil kilómetros, siempre estaré con vosotros y os estoy muy agradecido, compañeros –Lillo, Dani García, Ekiza, su hermano Andoni y numerosos empleados le acompañaron en la rueda de prensa–, trabajadores, club, aficionados, periodistas... Todos sois de diez».
Como el propio Errasti, con el que Álex Aranzabal se deshizo en elogios. «Jon deja una huella imborrable», aseguró. «Si algo ha hecho en todo este tiempo ha sido transmitir su forma de ser. Es un ejemplo en el vestuario, en el terreno de juego, con la afición, con la directiva... Un jugador ejemplar que deja una huella imborrable», insistió. «Le transmitimos nuestro agradecimiento por representar al Eibar como el mejor embajador que hemos tenido. Educado, atento, trabajador, perfil Eibar 100%, y decirle que la vida es larga y que las puertas están abiertas».
La cesión de Hajrovic cierra la plantilla armera
Como es habitual, el Eibar apuró hasta el último día del plazo de fichajes para completar su plantilla. Aunque no con el central o mediocentro defensivo con el que se venía especulando, sino con otro jugador de ataque. Concretamente con Izet Hajrovic, que llega cedido por el Werder Bremen hasta final de temporada.
Hajrovic, nacido en Suiza hace 24 años aunque de nacionalidad bosnia, y por el que también pugnaban equipos como Hoffenheim o Betis, es zurdo pero actúa habitualmente como extremo derecho, aunque también lo ha hecho ocasionalmente como segundo punta e incluso como delantero. Formado en las categorías inferiores del Grasshoppers suizo –en el que milita actualmente su hermano menor Sead–, con cuyo primer equipo llegó a debutar, fichó por el Galatasaray en enero del año pasado. Su paso por el fútbol turco se redujo a media temporada porque en junio firmaba por el Werder Bremen, con el que disputó 19 partidos a lo largo de la temporada.
No ha acabado de hacerse un hueco en los planes de Viktor Spriknik, que ha visto con buenos ojos su salida, concretada en la oferta del Eibar. No podrá trabajar con sus nuevos compañeros hasta la próxima semana, ya que los próximos días debe enfrentarse a Bélgica y Andorra con su selección, en la fase clasificatoria de la próxima Eurocopa.
Con la llegada del bosnio –al cierre de esta edición no se había cerrado aún el plazo de fichajes pero fuentes del Eibar descartaron movimientos de última hora–, el club azulgrana alcanza los quince refuerzos. Seis de ellos en calidad de cedidos (Hajrovic, Borja Bastón, Eddy Silvestre, Escalante, Verdi y Pantic) y otros nueve fichados (Riesgo, Mauro Dos Santos, Ramis, Luna, Juncá, Takashi, Adrián, Enrich y Keko). Por el contrario, tras la marcha, confirmada ayer, de Jon Errasti al fútbol italiano, en el grupo de 23 jugadores con que trabajará José Luis Mendilibar solo habrá ocho supervivientes del curso pasado (Xabi, Jaime, Ekiza, Lillo, Capa, Dani García, Saúl y Arruabarrena). A.U.L.

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